Consolación aurinegra

Por Alex Molinainfo@Eurohoops.net

MÁLAGA – El Lenovo Tenerife se ha hecho con el bronce de la BCL tras superar al anfitrión Unicaja de Málaga por un apretado 79-84. Victoria aurinegra, pequeño consuelo tras la decepción del viernes, que ha llegado tras un gran acierto exterior.

Tras un rácano desempeño en la semifinal, el Lenovo Tenerife salió enchufadísimo. El pésimo nivel de acierto que tuvieron ante el Hapoel, sobre todo en triples tal y como admitió Txus Mateo, quedó atrás y dieron un auténtico recital. Los aurinegros lograron en 16 minutos lo que el viernes lograron en 30: meter más de 40 puntos a base de triples.

Con un 6/6 de salida (que terminó en 9/14 al descanso), los tinerfeños dominaron el ritmo del partido y el marcador. Bajo la batuta de Marcelinho Huertas (10 puntos), que repartió 7 asistencias antes de llegar al descanso, los visitantes golpearon primero y se aprovecharon de que los locales estaban más pendientes de otras cosas que del partido. Tras un arbitraje más que discutible -pero que fue igual de flojo para ambos equipos por igual y que en ningún caso justifica la mala primera mitad de los malagueños-, los nervios se apoderaron del Unicaja. Cada ataque y cada defensa se convirtieron en un intento desesperado de obtener una decisión arbitral favorable… que nunca llegó. Lo que si que llegó fue la primera gran ventaja para los canarios, que se marcharon con una sonrisa de oreja a oreja con el 38-53 al descanso.

La ventaja se disparó incluso más tras el paso por vestuarios. El 40-57 era doloroso y todo ello sin necesidad de que apareciera demasiado Shermadini (12 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias), por lo que la situación comenzaba a ser dramática en el Unicaja. Ni técnica a Ibon Navarro, tras protestar una clara falta que los árbitros no pitaron, sirvió para espabilar a los andaluces. El técnico vasco se desesperaba en la banda viendo como además de escaparse el oro también lo hacía el bronce. Probó con una zona pero, ni con esas (52-66 al finalizar el tercer cuarto).

Pero poco le hace falta al Unicaja para apuntarse a un final de partido apretado. Un ligero momento de desconexión visitante, con enfado monumental de Leandro Bolmaro en el banquillo incluido, fue aprovechado por los de la Costa del Sol, que con su público entregado como siempre, volvieron a meterse de lleno en el partido.

El momento Sastre fue respondido con el momento Carter. Intercambio de golpes entre representantes del baloncesto español que se tradujeron en un 76-76 después de que Kendrick Perry (22 puntos), esta vez sí, anotara un triple vital para los suyos. Pero apareció el más pitado hoy en el Martín Carpena. Un dos más uno de Jaime Fernández (12 puntos, 3 rebotes y 5 assitencias) a falta de 48 segundos para el final puso tres puntos por delante a los suyos… y tres puntos más llegaron, a través de Doornekamp (11 puntos y 6 rebotes) tras una asistencia suya, con la que el partido quedó sentenciado.

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