Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net
Los italianos aún llaman a Bolonia la “Basket city” pero, durante muchos años, los nombres de Virtus y Fortitudo estuvieron ausentes en el panorama del baloncesto europeo.
Eso cambió este año. La Virtus de Bolonia ha irrumpido con fueza en la Basketball Champions League. Ha comenzado la temporada con un récord de 3-0 y después de jugar su primer partido como locales frente a 5.000 aficionados, algunos de ellos los siguieron hasta Eslovenia para el partido en el pabellón del Petrol Olimpija.
Los italianos se llevaron el encuentro por 62-91 y la bandera de la Virtus vuelve a ondear orgullosa en el viejo continente. “Es un sentimiento increíble”, nos confesó Pietro Aradori, que conoce muy bien lo que significa el legado de su club en Italia y también en Europa.
El escolta de 29 años era solo un niño cuando la Virtus era sinónimo de títulos y Ettore Messina entrenaba a jugadores de la talla de Manu Ginobili. Aún así, puede sentir el legado del club y también la pasión de los aficionados. “Cuando jugamos fuera de casa, todos los miembros de ‘la curva’ hacen todo lo posible para venir y apoyarnos en cada partido”, explica. “Por eso sentimos que jugamos en casa, aunque no estemos en Bolonia“.
Esta pasión ha renacido con la presencia de la Virtus en una competición europea. “Esta es una temporada muy importante para el club y para todos los aficionados en Bolonia”, dijo Aradori. “Nuestro regreso a Europa es fundamental para el club porque volvemos después de los primeros años de este siglo, cuando la Virtus fue una de las potencias más importantes de Europa y en la historia del deporte”.
Y Aradori sabe de lo que habla. Demuestra su pasión en la cancha y eso le convierte en uno de los favoritos de la afición, algo que no es nuevo para él. Muchos seguidores del Estudiantes recuerdan con gran cariño el paso de Aradori por el club del Ramiro, en especial los miembros de la Demencia.
Aradori sonrió cuando se le pidió que hiciera una comparación entre la pasión que muestran los aficionados madrileños y los italianos: “Me alegra haber sido uno de los favoritos de la afición en Madrid. Creo que a la gente le gusto no solo por mis habilidades o por lo que lo hago en la cancha, sino también porque siempre soy yo mismo en cada momento. Así es como vivo mi vida. Para todo tengo buenas palabras y trato de minimizar cualquier aspecto negativo. Tanto la Demencia como nuestros ‘tifosi Bianconeri’ son dos grupos que aman profundamente a sus equipos y su apoyo es increíble”.
Queda por ver donde llevará esta pasión a la Virtus de Bolonia en la Basketball Champions League esta temporada.