Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Tras muchos años de espera, la ventana de clasificación para el Eurobasket 2025 contará con jugadores Euroliga. Con el retorno a las pistas de Ricky Rubio como principal atracción, las selecciones europeas (y de todo el mundo) podrán contar con los jugadores de los equipos Euroliga y BKT Eurocup para sus compromisos, un paso adelante del que Jorge Garbajosa, presidente de FIBA Europa, es positivo y necesario.
“Es bueno para el mundo del baloncesto europeo. No me gusta hablar de mí como exjugador, pero la peor decisión que puede tomar un jugador es tener que elegir entre jugar con su club o con su selección. De esta forma lo hemos solucionado y los jugadores han recibido el cambio de forma positiva. Es solamente para esta ventana, tendremos que trabajar para las siguientes, pero de la forma en que los fans y los jugadores lo han recibido nos motiva a seguir trabajando incluso más. Tenemos que poner los jugadores y los fans en el centro de todo, las organizaciones tenemos que trabajar a su alrededor. Estamos muy entusiasmados con esta ventana pero también pensamos en el futuro”.
Un acuerdo entre las selecciones nacionales y los equipos que forman parte de la Euroliga parecía impensable hace unos años atrás, pero gracias a los cambios que ha habido en todas las partes implicadas, se ha podido llegar a un acuerdo. “Muchas cosas ha cambiado. Primero de todo, los dirigentes de las tres organizaciones, FIBA, FIBA Europa y Euroliga. Está demostrado que cuando cada uno va por libre no es bueno para el ecosistema del baloncesto. Cuando empezamos a negociar vimos que el ecosistema recibió estas negociaciones de forma muy positiva, desde jugadores y clubes a patrocinadores. A todos les gustó que habláramos. Bodiroga y Motiejunas, los clubes… Todos entendimos que teníamos que colaborar. ¿Qué significa colaborar? Ya lo veremos en el futuro, pero ir en la misma línea tiene mucho sentido. Es muy complicado ya que tenemos que encontrar tiempo para todas las competiciones incluyendo las ligas nacionales, que son extremadamente importantes para nosotras, el inicio de todo, donde se forman los jugadores. No es fácil, pero las cosas están cambiando y al principio de todo no era tan optimista como lo soy ahora”.
Clubes Euroliga y las Federaciones nacionales chocaron desde hace lustros, pero Garbajosa quiso dejar claro que el problema del calendario en el baloncesto europeo no es solamente cosa de la mejor competición a nivel de clubes. “Cuando hablamos del calendario no es solamente encontrar un hueco durante la temporada Euroliga para jugar las ventanas. Hay cuatro competiciones europeas a nivel de clubes, tenemos que definir la pirámide de competiciones que queremos en Europa combinándola con las competiciones nacionales. Las ligas nacionales son la base, hay que encontrar un espacio para ellos, los jugadores y los fans. Los fans quieren ver baloncesto pero a veces no saben ni lo que están mirando con tantos equipos, partidos y competiciones. Tenemos que redefinir la pirámide de las competiciones, nacionales, continentales y a nivel de selecciones, de una forma que protegemos a los jugadores y que aumentamos el número de aficionados. La Euroliga es una gran competición pero también lo es la BCL, la liga española, la alemana, la turca y la alemana. Tenemos que redefinir cómo lo distribuimos para aumentar el valor de cada una de ellas”.
Una negociación de tal calibre y con tantas partes complicadas se avecina complicada, pero desde FIBA Europa está claro que todo el mundo tiene que ir en la misma dirección. “Creo que en cada negociación, no sólo ésta, si solo una parte tiene que retroceder un poco no va a ser una negociación exitosa. Todo el mundo tiene que dar algo y perder algo. Tenemos que entender que lo común, el acuerdo de todas las partes es bueno para todos. No pretendemos comernos una parte más grande del pastel, estamos intentando hacer el pastel más grande y esto sólo se puede lograr si todos colaboramos ya que como decía, en absoluto tenemos que intervenir en las otras competiciones. Hay que ser honestos, este problema lleva aquí veinticuatro años y no es fácil. Eso no quiere decir que no sea optimista, lo soy, pero no es fácil. Yo no estaba allí, pero estoy seguro de que intentaron muchas cosas para encontrar esta posible solución en el pasado y no sucedió. ¿Por qué? No quiero meterme en eso pero tenemos que ser creativos ahora. Hay muchas formas de jugar una competición. Hay muchas maneras de interconectarnos sin intervenir, pero interconectar las competiciones. Realmente creo nuevamente en darle valor a las ligas nacionales pero al mismo tiempo necesitamos unas competiciones europeas extremadamente buenas. Como la Euroliga, pero la BCL se está volviendo increíble apenas en su octavo año de competencia, también tenemos la Copa de Europa de la FIBA, que es una competición muy grande, en la que casi 35 países participaron en esta competición el año pasado. Así que tenemos que encontrar un lugar para todos y también tenemos que entender la mentalidad de clase, pero no solo la grande. No solo hay que pensar, con todo mi respeto al Real Madrid, jugué en el Real Madrid y tengo un gran respeto por esta organización, en ellos. También tenemos que cuidar de los países no tan grandes que quieren tener un objetivo que alcanzar, ser mejores cada año, atraer más inversores, atraer más fans. Tener este tipo de pirámide de competiciones, todas ellas provenientes de las ligas nacionales, es crucial para mí. Se intentó en el pasado, no lo consiguieron, pero tenemos que intentar encontrar nuevas soluciones. Y para mí lo importante no es mirar sólo al siguiente paso, a la siguiente ventana, a la próxima temporada o al próximo partido. Es importante tener una visión global de ocho años, donde queremos estar en 2031. Esto es importante porque si hay una solución, que realmente creo que la hay, no va a ser para el año que viene, va a ser paso a paso hasta llegar a la pirámide que queremos llegar y que honestamente no es esta. No se trata de a ver quién se lleva un poco más, se trata de crear un panorama global donde todos puedan sentirse representados, respetados y aumentar su valor”.
Puede que estos avances queden afectados por el gran rumor de los últimos meses en el ecosistema del baloncesto europeo: la inclusión de un equipo de Dubái en la Euroliga. “Hasta ahora solamente he escuchado rumores, no he visto ningún tipo de propuesta ni acuerdo. Como presidente de FIBA Europa, no me puede gustar. No me gusta que un club de otro continente venga a una competición de nuestro continente. Es la Euroliga. No tiene ningún sentido para mí, como presidente de FIBA Europa. Si esto pasa, tenemos que ver cuál es el impacto, cómo va a afectar al baloncesto europeo, cómo afectará a los viajes de los jugadores, el impacto en los presupuestos de los equipos… No me gustaría hablar mucho sobre ello porque no sé nada concreto. Pero una vez más, completamente abierto, como presidente de FIBA Europa, no me gusta. Es el nombre, Euro – Liga, si traemos a equipos del Oriente Medio o Asia es una cosa completamente distinta. Si finalmente pasa, ¿Significará que un equipo se queda fuera? ¿Una competición de 19 equipos? Esto no es como llegar a un acuerdo con un sponsor de otro continente, eso es normal en un mundo globalizado. No tiene mucho sentido.
El baloncesto europeo está más de moda que nunca. Alemania se proclamó campeona del mundo el pasado verano y los mejores jugadores de la NBA son del viejo continente, una situación que siempre es positiva para el baloncesto continental. “Entiendo que cuando desarrollas a un jugador y se convierte en titular en tu equipo y luego va a la NBA, para los clubes, no puede ser demasiado agradable. Pero como organización global tenemos que estar muy orgullosos de ello. Si pensamos en que tres de los cinco candidatos a MVP de la NBA son europeos, tiene sentido. Cuando organizamos el Eurobasket y vemos a Giannis con Grecia, Doncic jugando con pasión con Eslovenia… Pero también había muchas otras estrellas europeas de la NBA. Tendríamos que estar muy orgullosos. Tenemos que apoyar a nuestros clubes y a nuestras federaciones nacionales para desarrollar este tipo de lugar porque entonces ellos volverán a ser los mejores íconos de su propio baloncesto en todo el mundo”.