Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
La FIBA ha cambiado la programación de los partidos de clasificación para el Mundial de la ventana europea de noviembre. Sin embargo, aunque esta medida puede ser considerada por la FIBA como un gesto de buena voluntad y en un esfuerzo por compatibilizar ambas competiciones, la solución a largo plazo para el conflicto del calendario necesita un enfoque diferente y más drástico.
Y para que este enfoque funcione, necesita ante todo la aportación de los jugadores. Después de que Eurohoops diera a conocer la noticia hoy, varios jugadores de la Euroliga han expresado a este portal su sorpresa, ya que prácticamente para ellos no cambia nada realmente con la decisión de la FIBA de jugar los partidos sólo el viernes, cuando la Euroliga también ha programado encuentro el mismo viernes 11 de noviembre y también el jueves 10 de noviembre.
Por el contrario, varios de esos jugadores, si también quieren ayudar a su selección, pueden verse obligados a jugar dos partidos seguidos en dos competiciones diferentes con dos equipos distintos y, en algunos casos, en dos países diferentes, con menos de 24 horas para recuperarse y un viaje de por medio. Por supuesto, los entrenamientos quedan descartados con estas limitaciones de tiempo.
Así pues, aunque la FIBA está dando un paso que puede considerarse un avance a nivel “político”, las grandes cuestiones de la programación, la protección de los jugadores y, en última instancia, la protección del propio juego siguen siendo prácticamente las mismas.
También hay que señalar que hasta ahora no hay indicios de que la Euroliga y la mayoría de los clubes estén a favor de un cambio en su programación, por lo que aún no hay respuesta a la iniciativa de la FIBA.
La buena noticia es que hay negociaciones y parece que en este momento muchos -si no todos- entienden que el interés común exige una resolución de todo el conflicto del calendario. Sin embargo, aún estamos lejos del final del camino.