Por Alex Molina / info@eurohoops.net
España se despide del Mundial. La derrota ante Canadá por 85-88 ha dejado a la vigente campeona de Europa y del Mundo fuera del torneo, una dolorosa eliminación que pica más teniendo en cuenta cómo ha ido el partido.
A pesar de un arbitraje desconcertante e indigno de un Mundial, los de Scariolo han logrado imponer su juego y recordarnos que este equipo es capaz de todo. Diez arriba al descanso gracias principalmente a Willy Hernangómez (25 puntos y 6 rebotes), España demostró que es en este tipo de situaciones a vida o muerte donde mejor se desenvuelve.
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El paso por vestuarios sentó mucho mejor a los de Jordi Fernández, que inmutable en la banda veía como poco a poco los suyos respondían a sus órdenes. Pero cuando mejor estaban los norteamericanos apareció Santi Aldama (20 puntos), que con un tercer cuarto memorable devolvió la ventaja al conjunto español.
Era el momento de los secundarios… y apareció el villano más odiado. Que Dillon Brooks (22 puntos y 5 rebotes) juega siempre al límite de lo legal no es ninguna sorpresa -hoy ha tenido un par de acciones poco deportivas, sin ir más lejos-, pero también es un fantástico jugador de baloncesto. Él empató a 80 a falta de un minuto y la gran superestrella de Canadá fue el encargado de darle la vuelta al partido. Sin hacer mucho ruido y sin necesidad de encadenar rachas anotadoras ni amasar mucho balón, Shai Gilgeous-Alexander (30 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias) ha sido el líder de la reacción canadiense, que como pasó contra Letonia, aprovechó el malísimo último cuarto español (12-27).
Aun con ese parcial, Abrines tuvo opción de forzar la prórroga con un triple a la desesperada, pero el balón no entró y con el fallo se consumó la eliminación española.
Photo Credit: FIBA.BASKETBALL