Aquí manda Shai

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

Canadá ha derrotado por 100-89 a Eslovenia para convertirse en la cuarta y última semifinalista del Mundial. Uno de los partidos más atractivos del torneo no ha defraudado y los de Jordi Fernández han terminado llevándose un encuentro que ha tenido de todo.

El plan para contener a Doncic se basó en Powell, un interior con mucha movilidad, en el cambio y pegarle palos a cada ocasión, tuviera o no el balón. Probablemente, esa fuera la mejor opción posible, no tanto por contener su juego sino por explotar una de las pocas debilidades de Doncic: su propensión a la queja. La estrella eslovena se pasó desde el minuto uno quejándose a los árbitros, algo lógico teniendo en cuenta cómo iba el partido y esperado teniendo en cuenta su historial. El plan funcionó a medias, ya que Doncic llevándose una técnica a mitad del segundo cuarto… pero marchándose al descanso con 17 puntos por los 13 de Shai Gilgeous-Alexander. 

Si se llegó con empate a 50 al entretiempo no fue solamente por culpa de las estrellas de ambas selecciones. Prepelic (22 puntos), Barrett (24 puntos y 9 rebotes) y Alexander-Walker (14 puntos) aprovecharon las pocas veces que el balón no estaba en las manos de Doncic y SGA para sumar de forma vital para sus equipos, pero en el tercer cuarto se rompió todo.

A Eslovenia entera se le contagiaron las quejas constantes de Doncic (26 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias) y pasaron a estar más pendientes de los árbitros que de jugar a baloncesto. Por mucho que la mayoría de las recriminaciones de Luka y sus compañeros de equipo tuvieran fundamentos, nunca deben ser más importantes que jugar, teniendo en cuenta además que Canadá también tenía motivos para la queja y que los árbitros dejaron jugar en general, por lo que la frustración europea era inentendible. Tal panorama solamente podía significar una cosa: 19-5 de parcial nada más salir de vestuarios para Canadá, con el odiado más querido Dillon Brooks (14 puntos) de protagonista.

A pesar de una cierta reacción para cerrar el tercer cuarto, el cuarto asalto empezó como el de antes: Eslovenia más pendiente de quejarse que de jugar y Canadá aprovechándolo. Con un 7-0 de salida, los norteamericanos finiquitaron cualquier intento de remontada, la antesala del desenlace que parecía inevitable. Tras muchísimos minutos comprando papeletas, Doncic se marchó expulsado tras recibir su segunda técnica, en esta ocasión por protestar una de las supuestas faltas que probablemente menos motivos tenía por hacerlo. 

La expulsión de su mejor jugador fue un empujón anímico para Eslovenia, que con el apoyo del publico filipino puso el miedo en el cuerpo a los canadienses. Un 8-0 de parcial devolvió la ilusión a los europeos, pero Shai Gilgeous-Alexander (31 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias) demostró que ha venido aquí a ganar el oro. 

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