Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net
MANILA, Filipinas – La selección de Estados Unidos está a dos victorias de la medalla de oro y su próximo oponente podría ser su desafío más grande hasta el momento.
Se enfrentan a Alemania (14.40 CET) en las semifinales y el entrenador Steve Kerr sabe muy bien que este no será un partido fácil.
Según Kerr, su equipo debe rendir al máximo: “Jugar a un alto nivel, jugar con mucha fuerza y agresividad como la última noche es lo que se necesita para vencer a Alemania. Son realmente buenos y probablemente han sido el mejor equipo del torneo, no creo que hayan perdido aún. Están conectados, muy bien entrenados, tienen continuidad y un equipo físicamente muy fuerte”.
El hecho de que Franz Wagner estuviera lesionado pero volviera justo a tiempo para los cuartos de final no cambia mucho para Estados Unidos.
A pesar de que el jugador alemán no haya disputado más que un partido en la Copa del Mundo, es un jugador contrastado en la NBA y Kerr sabe más o menos qué esperar.
“Tuvimos mucho seguimiento de él los últimos dos años, así que sabemos lo bueno que es, lo versátil que es y jugó muy, muy bien anoche contra Letonia”, dijo Kerr. “Conocemos su juego, nuestros chicos lo conocen y sabemos que tenemos que estar preparados y listos para él y para todo su equipo porque es realmente muy, muy bueno”.
Y aunque Alemania tiene una joven estrella de la NBA, lo mismo se puede decir de muchos jugadores del equipo de Estados Unidos, especialmente de Anthony Edwards, del que Kerr espera grandes: “Creo que es uno de los jugadores más talentosos de la tierra y aún es muy joven. He hablado con él sobre el desafío, que es descubrir cuándo atacar y cuándo hacer el pase, y vamos a necesitar ambas cosas. La última vez que jugamos contra Alemania, dominamos por completo el juego, pero como viste la otra noche, cuando lanzamos el balón adelante, ya sea él u cualquier otro, lo hacemos muy bien”.
Después de todo, el Team USA puede tener algo de inspiración adicional después de visitar el cementerio estadounidense de Manila de la Segunda Guerra Mundial.
“Fue una gran experiencia ver el cementerio militar con todo el equipo, con todos los miembros de la familia que están aquí en la ciudad con nosotros, para verlo y aprender más sobre ello”, explicó Kerr. “Y eso, por supuesto, provoca muchas emociones, ver que muchas tumbas quizás representen vidas jóvenes perdidas. Fue realmente poderoso y sé que nuestro equipo lo apreció”.