Por Alex Madrid / info@eurohoops.net
Después de visitar la Zarzuela, la Moncloa, hacer un recorrido por las calles de Madrid y recibir un baño de masas en la Plaza de Colón, el fin de fiesta de la Selección Española fue en el Mesón Txistu, donde los protagonistas del oro atendieron a los medios de comunicación.
El seleccionador nacional, Sergio Scariolo, volvió a destacar el grupo como clave del éxito de España: “Cualquier cosa que consigues vale mucho más si lo compartes. Nosotros ya, por definición, lo compartimos dentro de nuestro equipo porque el baloncesto es un deporte de equipo, por supuesto, y porque hay pocos equipos en el mundo, de cualquier deporte, que son más equipo que nosotros. Lo hemos podido compartir con los aficionados de España, en Colón, por las calles… Hemos notado el apoyo de los aficionados. Los jugadores sienten que no sólo engordan un palmarés, sino que hacen felices a muchas personas“.
Pese a que España terminó levantando el trofeo, el objetivo inicial era volver de China con una medalla, como reconoce el propio Scariolo: “Una medalla era un éxito extraordinario. El oro, es difícil encontrar adjetivos… Ganas un campeonato de Europa y es tremendo. Pero el campeonato del Mundo es algo más. No hay nadie en el planeta que lo haya sabido hacer mejor que tú. Contra todo pronóstico, se mantiene a España arriba en el respeto, la admiración y un poco en la envidia de los demás“.
Al igual que Marc Gasol, el año de Sergio Scariolo ha sido impresionante. El técnico italiano formó parte del cuerpo técnico de los Toronto Raptors que conquistaron su primer anillo y, ahora, añade a su palmarés un campeonato del Mundo. Sin embargo, el técnico italiano afirma que su trabajo “es siempre igual” y que no ha variado su forma de entrenar: “El trabajo del entrenador y el cuerpo técnico es coordinar el talento y el esfuerzo y tomar algunas decisiones. Por suerte, en estos años la mayoría han sido todas acertadas. A veces hay que tomar decisiones arriesgadas. Cuando el talento va bajando, hay que compensarlo de otra forma. Una química tan fuerte como la de este equipo te permitía poder tomar algún riesgo más e ir más al límite“.
Por su parte, Rudy Fernández, capitán de la Selección, aún estaba aturdido por el increíble recibimiento a los campeones: “Siento mucha felicidad. No sólo por nosotros, sino por la gente que nos ha apoyado durante todo el torneo. Les hemos sentido desde tan lejos y eso es lo que nos hace sentir trabajando, seguir creyendo“.
Foto: FIBA.Basketball