Achilleas Mavrodontis / info@eurohoops.net
Zach LeDay se está preparando para jugar la primera Final Four de su carrera con la esperanza de poner la guinda a una excelente temporada.
El interior estadounidense, que ha promediado 10,1 puntos y 4,6 rebotes con excelentes porcentajes en el tiro, charló con Eurohoops antes de la Final Four. LeDay analizó las semifinales contra el Barça y a su ex entrenador, Sarunas Jasikevicius o su química con Kyle Hines… pero también sobre su infancia y el camino recorrido hasta llegar aquí.
Eurohoops: ¿Cómo te sientes al llegar finalmente a la Final Four después de tus etapas en Olympiacos y Zalgiris?
Zach Leday: Es genial. Se está cerrando el círculo, la recompensa por todo el trabajo duro que he estado haciendo, tratando de mejorar para ayudar a mi equipo. Se cierra el círculo y es bueno estar en la Final Four, estar entre los equipos de élite que quedan en Europa.
EH: Jugaste a las órdenes de Jasikevicius en el Zalgiris. ¿Cuál crees que será su plan para la semifinal?
Z.L.: Saras va a tener un buen plan de juego, pero eso no es para mí. Los entrenadores tratarán de resolverlo, tratarán de estudiar y verán qué ventajas podemos aprovechar. Con Saras se trata de jugar duro. Es alguien que cree en sus asistentes, así que intentaremos encontrar la solución a ello.
EH: Cuando juegues como ala-pívot, tendrás que defender a Nikola Mirotic.
Z.L.: Es un jugador realmente bueno, que ha jugado en la NBA. Ha jugado a un alto nivel durante mucho tiempo. Espero salir y hacer lo que sea necesario para ayudar a mi equipo a ganar.
EH: En tu carrera en la Euroliga, hasta ahora te han entrenado Blatt, Jasikevicius y ahora Messina. Tres entrenadores con diferentes enfoques del baloncesto. ¿Cómo fue tu experiencia con ellos?
Z.L.: Blatt era más relajado, le gusta que todo fluya un poco. Tienes que aprovechar las oportunidades cuando las tienes. Nuestro equipo tenía una estructura diferente cuando yo estaba en el Olympiacos, jugábamos un poco más lento, con juego al poste, teníamos muchas jugadas con bloqueos, con Billy y Nigel como bases. Saras tiene su sistema y hay que ejecutarlo a la perfección. Messina ha construido nuestro equipo para jugar rápido, jugar duro, eso es lo que tenemos más éxito, cuando corremos arriba y abajo en la cancha, llegando a la línea de tiros libres, haciendo tiros abiertos, extra-pass… Jugando baloncesto en equipo.
EH: Cuando eras pequeño, ¿te hubieras imaginado jugar la Final Four de la Euroliga? ¿Cómo era tu vida en Dallas?
Z.L.: ¡De niño ni siquiera sabía lo que era Europa! [Risas] Vivía en Texas, donde mi madre nos crió a mí y a mi hermano. Hizo muchos sacrificios por nosotros, pero también fue bueno para mí porque también tuve que madurar más rápido y ser capaz de tratar con adultos, dar un paso adelante. Personalmente, siempre he sido el más joven entre adultos, toda mi vida solo tuve que dar un paso al frente. Me ayudó a prepararme para la vida adulta. Pero, cuando era niño, no sabía lo que era la Euroliga. ¡No sabía qué era la Euroliga incluso después de mi primer año en Israel! [Risas].
EH: Cuando terminaste el ‘high-school’ tuviste muchas ofertas y al final elegiste South Florida, pero no salió demasiado bien. ¿Crees que si hubiera elegido otra Universidad tu carrera en Estados Unidos sería diferente?
Z.L.: No, estoy muy agradecido por cada paso de mi carrera, porque los altibajos son parte del viaje. Todas son lecciones aprendidas. Aprendí qué tipo de jugador soy, en qué tipo de sistema encajo y la universidad de South Florida, el equipo en el que estaba, no tenía un estilo particular que se suponía que debía haber elegido. Pero era joven, tomé una decisión y aprendí de ella. Cuando eres joven y tomas decisiones, aprendes de ellas, eso es lo que mi familia me enseñó. Me alegro de haber podido llevar mi ética de trabajo todos los días, aprendí a trabajar y a seguir trabajando, aunque nunca supiera cuáles serían los resultados. Solo creyendo en el proceso, y eso es lo que pude aprender allí. Trabajé incansablemente, fui al pabellón a altas horas de la noche, 2-3 de la mañana, trabajando. Y nunca supe cuáles serían mis resultados. Dios me bendijo después.
EH: Cuando no fuiste drafteado en 2017, viniste directamente a Europa y elegiste Israel. ¿Crees que esto podría terminar siendo el camino para tener una oportunidad en la NBA?
Z.L.: Vi el estilo que el entrenador había construido en su equipo. Sabía que en ese entonces en Israel no se fichaban muchos rookies. Me dijo por teléfono: “En Israel no se traen novatos, pero creo en tu habilidad, creo en lo que haces en la cancha y encaja con nuestro estilo”. Y creo que teníamos el equipo más joven de Israel en ese momento. Pude fichar por un equipo joven y hambriento y todos crecimos juntos. Estábamos en el medio de la nada y en un momento yo era el único novato de la liga. Pero, como ha dicho, aprendiendo mucho de los veteranos y aprendiendo como posicionarme en la cancha, jugando duro, haciendo lo que sea necesario para ganar. Pude crecer mucho allí y aprender.
EH: ¿Pero tienes la NBA en la mente?
Z.L.: Personalmente, sea cual sea la situación en la que esté, me centro en el presente. Por lo tanto, mi objetivo es convertirme en la mejor versión de mí mismo al día siguiente y, el día siguiente, tratar de mejorar. No puedo pensar en el futuro porque eso me desviará del presente. Hago lo que sea necesario para ganar y solo me concentro en dominar el presente.
EH: Cuando fichaste por el Olympiacos, muchos te compararon con Kyle Hines. ¿Cómo es jugar junto a él ahora?
Z.L.: Es tremendo, es monumental. Siempre sentí que teníamos el mismo comportamiento en la cancha. Nuestras personalidades son diferentes, pero nuestra actitud es la misma. Me ha ayudado mucho a tratar con personas, afrontar situaciones. Siempre que tengo una pregunta, le pregunto. Ha sido una bendición para mi carrera. Tomo notas de todo lo que puedo de mis compañeros de equipo, pero especialmente de él.
EH: Siempre se ha debatido sobre tu posición, si eres un pívot pequeño, de tu explosividad como ala-pívot… ¿En qué posición te sientes más cómodo?
Z.L.: Siempre he pensado en ello desde que empecé. Solo busco encajar en la posición que el entrenador me ponga en la cancha. Con los ajustes correctos, en cualquier posición puedo encajar. En mi año de novato, mi entrenador me puso en el 3. Siempre he pensado en poder ser versátil y ser capaz de jugar en diferentes posiciones. En el Zalgiris, jugué mucho como pívot, así que solo me ajusto al sistema, a la posición. Soy un ala-pívot que puede jugar de pívot.
EH: Tienes una gran amistad con Breanna Stewart, la mejor jugadora de baloncesto del planeta. ¿Cómo es vuestra relación?
Z.L.: Somos como hermano y hermana. Somos amigos, hablamos de baloncesto. Hablamos de vez en cuando, nos saludamos, vemos cómo está todo. Es una gran jugadora, un icono del baloncesto femenino. Tiene mucho éxito en todo lo que intenta hacer. Así que no le deseo nada más que lo mejor. Es bueno verla seguir teniendo éxito, tratando de ser una jugadora genial.
EH: Muchos jugadores intentan ser como Antetokounmpo, Steph Curry o LeBron. ¿Por qué tú quieres ser como Draymond Green?
Z.L.: Quiero ser como Draymond porque es un ganador. Lo que ha podido aportar y la influencia que ha tenido. Solo quiero hacer lo que sea necesario para ganar, y eso es lo que él ha podido hacer. Es muy versátil, es un jugador que puede jugar en 3 posiciones y puede defender todos los jugadores sobre el parqué, así que eso es lo que trato de ser.
EH: Muchos jugadores tienen su propia mecánica de tiro. Puede que la tuya no sea la más hortodoxa, pero funciona. ¿Cómo se creó este estilo?
Z.L.: Sinceramente, he jugado al fútbol americano toda mi vida, así que nunca pude aprender los fundamentos de tiro de la forma perfecta. Cuando finalmente pude jugar baloncesto, en realidad se trataba de tener tacto y asegurarme de que mi tacto fuera correcto. El entrenador que me entrenó cuando era más joven, siempre me decía que mi tiro era el correcto sin importar lo que pareciera.
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