Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net
Gabriel Alejandro Deck llegó al Real Madrid desde su Argentina natal hace ya casi cuatro años. Desde el principio, se adaptó a la perfección al sistema de Pablo Laso y, con el tiempo, acabó convirtiéndose en uno de los grandes líderes del conjunto blanco. Hace algo más de un año recibió una llamada de la NBA que no pudo rechazar, aunque su paso por Estados Unidos fue corto. Ahora, trata de recuperar el tiempo perdido y ganar la primera Euroliga de su carrera vestido nuevamente de blanco.
El ‘Tortu’ atendió a Eurohoops con motivo de la Final Four de Belgrado, pero también nos habló de su infancia o su paso por la NBA mostrándose más extrovertido de lo que puede parecer a simple vista por televisión.
Eurohoops: ¿Cómo está siendo tu vuelta, tu readaptación al club y a vivir en Madrid?
Gaby Deck: La verdad es que bien. Contento y feliz de poder estar aquí nuevamente, en Madrid y en el club. Es un equipo que ya conocía y con gente que ya conocía, así que estoy muy feliz. Disfruto del día a día.
EH: Estuviste fuera del Real Madrid durante ocho meses. ¿Te ha dado tiempo a echar algo de menos?
G.D.: Sí, la verdad es que sí [ríe]. Cuando pasaron tres o cuatro meses extrañaba bastante el día a día, como te decía recién. Los compañeros, la gente del club que venía y compartía siempre. Pero bueno, eso ya lo he dejado atrás. Ahora estoy aquí nuevamente y disfrutando a full.
EH: Hace un par de meses tuve la oportunidad de visitar Argentina. Conocí gente muy futbolera, pero todos conocían al Facu y al ‘Tortu’ por haber jugado en la NBA. Entendí que para un argentino es muy importante jugar en la NBA si tiene la oportunidad.
G.D.: Sí, sí. Son oportunidades únicas que se presentan quizás una sola vez en la vida. Para nosotros, que no tenemos muchos jugadores que hayan pasado por esa liga, es algo asombroso llegar a tener una oportunidad de esas. Así que creo que, en su momento, era aprovecharla y vivir la experiencia.
EH: Es cierto que me sorprendió que no te admiraban tanto por haber jugado en la NBA como por el hecho de ser una persona de origen humilde, que se ha forjado a sí misma y que ahora trata de ayudar en su Colonia Dora natal.
G.D.: Sí, por ahí la gente se refleja mucho en eso, en la historia mía. La verdad es que mi infancia ha sido muy bonita a pesar de haber sido también un poco dura en el sentido de que faltó recursos y demás. Pero creo que me ha dado muchas enseñanzas para hoy valorar todo lo que uno hace y lo que uno tiene en el día a día. También para poder ayudar a la gente. Hoy en día estamos con un comedor social, que justo lo habíamos abierto antes de la pandemia. Después, nos obligó a dar un paso atrás todo lo que ha pasado con la COVID, pero siempre tratando de ayudar y de hacer algo en cuanto se puede. Estando lejos es muy difícil y uno trata de encontrar la gente adecuada para ello. Tratando de poder ayudar también en lo que más se pueda a los chicos, que uno le hace acordar cuando era niño, vivía allí y hacía las mismas cosas.
EH: Cuando regresas a casa y paseas por la calle, ¿eres una estrella de baloncesto o te siguen tratando como uno más?
G.D.: Como uno más, la verdad que como uno más. Eso me pone muy contento y feliz, que pueda caminar como uno más porque para todos no he cambiado. Soy el mismo chico que se ha ido hace más de 10 años y sigo de la misma forma. Habla bien de la gente que conozco y de mí, sigo siendo el mismo. Cada vez que vuelvo, disfruto muchísimo de eso.
EH: Si tu padre no hubiera transformado una rueda de tractor en un aro, ¿crees que ahora serías jugador de basket?
G.D.: No, la verdad que no [ríe]. Si mi padre no hubiese hecho eso con mi vecino o mi hermano, si no me hubiese llevado también a practicar, hoy no sé qué sería de mí. Seguramente, estuviese estudiando o haciendo otra cosa, pero no jugando a baloncesto. Así que le agradezco a ellos que han tenido la visión esa de poder hacer algo que empezó como un hobbie y se ha convertido en una profesión.
EH: Volvamos al presente. Tengo la sensación de que Pablo Laso ha sido uno de los grandes valedores de tu regreso. ¿Ha sido así?
G.D.: Sí, con Pablo la verdad que siempre estoy agradecido más de lo normal por el hecho de que ha confiado en mí desde que he llegado de Argentina al Madrid. Me ha enseñado muchísimo durante el tiempo que he estado. Poder volver y estar de vuelta a su mando me pone muy feliz y contento, y seguramente a él también.
EH: Después de no poder jugar en los playoffs, ¿afrontas esta Final Four con más ganas?
G.D.: Obviamente, obviamente. Todos queremos jugar esos partidos de playoff. No se me ha podido dar a mí lamentablemente por la COVID, pero el equipo ha estado fantástico. Ahora, con las mejores expectativas de poder llegar bien a la Final Four y aportar para el equipo. Es lo que siempre uno quiere, que el equipo ande bien y las cosas salgan bien.
EH: Muchos no nos esperábamos este nivel en los playoffs. ¿Qué cambió para que, de repente, el equipo jugara un gran baloncesto y ganara 3-0 la serie ante el Maccabi?
G.D.: La mentalidad. Esa ha sido la clave de poder llevar el playoff 3-0 en partidos complicadísimos. La mentalidad del equipo, que en el último mes o por ahí no venía bien, venía con traspiés. Siempre tratando de trabajar bien, semana a semana, y sacar adelante el buen baloncesto y la buena personalidad que tiene este grupo. Ahí ha quedado demostrado, en esos tres partidos.
EH: Y la serie que no esperábamos tan larga era la de vuestro rival en semis. No esperábamos que el Barça se fuera a cinco partidos…
G.D.: Eso va cambiando día a día, las series son así. Por ahí se dan de la mejor manera y de la peor. Para nosotros ha sido fantástico poder hacer ese 3-0 y a los otros equipos les ha tocado ir a más partidos.
EH: Cuando el Barça terminó su 5º partido, Niko Mirotic vino a decir que os estaban esperando. ¿Tenéis ganas de revancha en el vestuario después de los últimos duelos?
G.D.: Sabemos la clase de partido que es jugar con Barcelona, un Clásico. Partidos muy lindos de jugarlos y siempre está ese pique extra ahí en la gente que todos sabemos. Nosotros siempre tenemos que pensar en lo nuestro, tratar de hacer bien nuestras cosas, ponernos bien a full y luego se verá en la cancha qué es lo que pasa.
EH: Tú eres uno de los jugadores que se encarga se encarga de defender en muchas ocasiones a la estrella del Barça. ¿Te motiva especialmente este enfrentamiento en la pista con Mirotic?
G.D.: Sí, obviamente, motiva al 100% poder defender a esa clase de jugadores buenísimos, con mucho talento y que tiran de su equipo para adelante. Motiva y te concentra, así que esperemos estar de esa forma y hacerlo bien cuando toque.
EH: ¿Qué hay que hacer mejor para que el Madrid pueda volver a dominar en los Clásicos?
G.D.: Como te decía, sobre todo mirar nuestras cosas. Mirar lo que hemos hecho mal en partidos anteriores, tratar de corregirlo, que uno siempre va trabajando en eso y se da cuenta. Después, en la cancha dar el máximo y estar al 100% durante los 40 minutos. El que menos errores cometa, siempre, en cada partido pasa lo mismo, acaba llevándose el juego.
EH: Sé que no me vas a revelar la táctica, pero un as debajo de la manga os reserváis para ese partido…
G.D.: Seguramente [ríe]. Estará el cuerpo técnico trabajando en ello.
EH: ¿Os puede favorecer el hecho de no llegar como favoritos a Belgrado?
G.D.: Somos el Real Madrid. Somos un equipo que trata de ganar todo y estar peleando por el título. El hecho de llegar así creo que es para la gente, nosotros llegamos con la mejor expectativa para tratar de dar el máximo y ganar, que es lo que queremos todos.
EH: El Real Madrid ganó su última Euroliga en Belgrado unos meses antes de que tú llegaras. ¿Qué te han contado de ese título?
G.D.: Los comentarios que he escuchado han sido fantásticos, la verdad. Es una cosa única. Ojalá podamos repetirla, estar incluido en el equipo sería genial.
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