Por Antigoni Zachari / info@eurohoops.net
A medida que el COVID-19 se sigue extendiendo en Estados Unidos, la NBA se enfrenta a un grave daño económico que podría costar casi mil millones de dólares en beneficios, lo que trae consigo una reprogramación.
Según Sports Illustrated, existe un “apoyo rotundo de los propietarios para encontrar una manera de reanudar la temporada”, incluso si eso significa que los partidos se deben disputar en julio o agosto hasta septiembre, lo que probablemente afecte el comienzo de la próxima temporada.
Con esta cantidad significativa de pérdida de ingresos que afectaría tanto a los equipos como a la liga en caso de que se cancele la temporada, la NBA ya advirtió a los equipos de una posible disminución en el límite salarial, después de una disminución también en las audiencias de televisión. Entonces, llegados a este punto, reanudar la temporada sigue siendo de vital importancia.
Para que esto suceda, podría haber un cambio radical en la programación y los directivos de la NBA apoyan un posible cambio. Según la información de SI, Evan Wasch, Vicepresidente Senior de estrategia y análisis de la NBA, dijo que la liga “no tendrá problemas” con la reestructuración del calendario.
Un cambio en el calendario también afectará el Draft de la NBA, que tiene lugar en junio, y complicaría la situación a los jóvenes están llamados a declararse elegibles o regresar al baloncesto universitario.
Por supuesto, cambiar el calendario no sucederá de la noche a la mañana. Si la NBA extiende la temporada 2019-20 y la lleva a cabo durante el verano, el inicio de la temporada 2020-21 podría retrasarse, permitiendo a la liga una prueba de funcionamiento en un nuevo calendario.