Por Stefan Djordjevic / info@eurohoops.net
Los Angeles Clippers superaron a los Dallas Mavericks por 4-2 en la primera ronda, pero la serie no se cerró sin una buena dosis de drama. Marcus Morris fue el principal defensor a cargo de Luka Doncic a lo largo de la serie y ha estado desempeñando su papel de una manera dura, incluso agresiva.
Ha sido bastante físico con Doncic todo el tiempo, pero fueron algunas situaciones en particular le hicieron ser sospechoso. Todo comenzó con un poco de contacto innecesario después de que un silbato detuviera en el 1er partido, lo que llevó a Kristaps Porzingis a defender a su compañero de equipo, solo para ser expulsado después de la pelea.
En el 5º partido, el incidente que realmente alimentó las acusaciones sobre Morris fue cuando pisó el tobillo de Doncic, en el que había sufrido un esguince durante la serie. Luka no estaba seguro de las intenciones y esperaba que no hubiera sido intencionado.
Sin embargo, los dos se metieron en una situación acalorada una vez más en el 6º choque, cuando el jugador de los Clippers golpeó a Doncic en la cabeza cuando penetraba a canasta. Los árbitros no lo toleraron y Morris fue expulsado cerca del final del primer cuarto con una falta flagrante de segundo nivel.
Doncic ya ha tenido suficiente: “Fue una jugada terrible. ¿Qué puedo decir? Son dos partidos seguidos en los que ha hecho algo así. Realmente esperaba que lo del primer partido no fuera a propósito, pero viendo la falta en este encuentro, sabes lo que pienso. No quiero tratar con este tipo de jugadores. Solo sigo adelante“.
Sin embargo, siempre hay dos lados (al menos) de una historia y el punto de vista de Morris es diferente: “Tuvieron que tomar esa decisión. Creo, honestamente, tuvimos muchos idas y venidas en esta serie. Fue una serie muy reñida. Simplemente no quiero que la gente confunda jugar baloncesto, jugar duro con tratar de hacer daño a alguien. Creo que Tim Hardaway hizo una falta extremadamente dura en el último partido y no fue vista del mismo modo“, dijo Morris.
Los entrenadores, convenientemente, se pusieron del lado de sus respectivos jugadores con Rick Carlisle marcándolo como “una jugada innecesaria y desafortunada”, además de que era inmediatamente obvio que habría una expulsión.