Por Eurohoops team / info@eurohoops.net
La increíble historia del descubrimiento de Nikola Jokic ya es conocida por todos. Su agente, Misko Raznatovic, reconoció que Jokic es el primer y único jugador que haya fichado sin que nadie le hubiera visto jugar en persona antes del acuerdo. Sin embargo, hubo quien le vio en acción, en 2012, antes de que el dos veces MVP de la NBA estuviera en las agendas de ningún agente o equipo.
Fue el cuerpo técnico del Vojvodina el que apostó por él y en el club de la ciudad de Novi Sad es donde el flamante campeón de la NBA dio sus primeros pasos en la competición juvenil: „Fue en agosto de 2012. Nikola tenía 17 años en ese momento y, aun así, nadie en la comunidad baloncestística serbia tenía ni idea de que existía. No es un chaval de 12 ó 13 años al que alguien pueda no conocer. Tenía 17 y prácticamente no existía„, contaba Igor Kovacevic a MozzartSport, entonces general manager de la Vojvodina de Novi Sad.
Y el propio Kovacevic no tenía muy claro quién era Jokic: „Para ser sincero, yo no era el GM en ese momento. Estaba en el club, hasta que unos meses más tarde me convertí oficialmente en el general manager. Nikola ya estaba allí. El entrenador, Ljuba Anicic, le vio por primera vez en una cancha de Sombor y, cuando Nikola llegó, no podía correr ni dos vueltas alrededor de la cancha. Pero ese talento, esas manos… era increíble. Vino a Vojvodina y empezamos a trabajar con él. Después Misko Raznatovic oyó hablar de él, Nikola se fue a su equipo, el Mega, y el resto es historia„.
Las espectaculares estadísticas de Nikola Jokic en el Vojvodina empezaron a causar sensación en el baloncesto serbio. De repente surgieron rumores sobre un chico desconocido capaz de anotar más de 30 puntos contra los grandes equipos locales, como Estrella Roja y Partizan.
Como explica el propio Kovacevic: „Fue fantástico para él ir al Mega. Tuvo la oportunidad de demostrar su valía, de jugar al baloncesto. Quién sabe qué habría pasado si hubiera ido a otro sitio y cómo habría ido su carrera„.
En Serbia, de hecho, había dudas sobre él: „Sé que los ojeadores del Partizan le dijeron al entrenador Dule Vujosevic que Jokic no tenía compromiso y que estaba gordo. Y por eso el Partizan no lo quiso, porque Dusko, siendo realistas, en aquella época no podía hacer de ojeador. ¿Quién sabe qué habría pasado si lo hubiera visto en persona? Además, Nebojsa Covic y Estrella Roja estaban muy interesados. Al final, Mega resultó ser un entorno ideal para él„.
Jokic y Raznatovic tenían planes más ambiciosos y Kovacevic admite que tenían razón: „Después de firmar con Misko, sólo pensó en Mega, y fue un acierto por su parte„.
Pero, antes de jugar en el Mega, Jokic tuvo gran éxito en Vojvodina, aunque fuera por poco tiempo.
„Para que un chico crezca y madure es necesario abrirle espacio, darle una oportunidad, y Ljuba, el entrenador de juveniles que le vio en Sombor, desempeñó un papel clave en esto. Sólo pienso en aquellos gritos desde las gradas de otros padres. Ljuba fue consecuente, vio que tenía un chaval con talento y calidad… Llámale, él sabe mejor que nadie cómo era en aquellos días en Novi Sad„, añadió Kovacevic.
Los medios de comunicación serbios localizaron a Ljuba Anicic, que ahora trabaja en China: „Lo vi en un partido cualquiera. Yo estaba en la grada y un niño con talento me llamó la atención. Me di cuenta enseguida de que nadie sabía nada de él. ¿Fue un error de alguien o simplemente no pensaban que fuera bueno? No lo sé, pero me gustó su forma de moverse en la cancha. Como conocíamos a su hermano Strahinja, que ya había dejado de jugar. Acordamos traer a Nikola a Novi Sad para que se uniera al equipo junior, que de todos modos carecía de un pívot„.
Pronto, Nikola, que aún era un adolescente, empezó a jugar contra jugadores mucho mayores: „En aquella época, los juniors también podían jugar en la primera liga serbia con los mayores. Nikola también jugaba mejor que ellos pasándoselo bien, con fintas y algunos trucos„.
En Vojvodina no tardaron mucho en darse cuenta de que tenían algo especial entre manos: „Primero me quedó claro que tiene un extraordinario sentido del juego„, dice Anicic, que ahora afirma lo obvio, pero hace más de una década las cosas no eran tan sencillas.
„Lo que más destacaba eran sus manos rápidas y largas. Todas los balones de la pista eran suyos, mientras que, por ejemplo, sus piernas eran un problema. Son bastante lentas. No eran ni son las más rápidas del mundo. Eso era un signo de interrogación en su juego y algo que podían impedirle ser profesional al más alto nivel, pero simplemente esos puntos fuertes suyos salieron tanto a la palestra, se impusieron. Y esos partidos de 30 puntos y 20 rebotes, valoraciones de 50 ó 60. Nadie podía pararle. Nadie podía pararle y eso era todo„.
Y como suele decirse, el resto es historia…