Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Jerami Grant se convirtió hace pocos días en el último integrante confirmado de la selección de los Estados Unidos de cara los Juegos Olímpicos de Tokio. Con el jugador de los Pistons, la lista de doce jugadores que tendrá a su disposición Gregg Poppovich, que junto a Jerry Colangelo abandonarán la selección absoluta masculina tras las olimpiadas, es ya definitiva.
Bam Adebayo (Miami Heat), Bradley Beal (Washington Wizards), Devin Booker (Phoenix Suns), Kevin Durant (Brooklyn Nets), Jerami Grant (Detroit Pistons), Draymond Green (Golden State Warriors), Jrue Holiday (Milwaukee Bucks), Zach LaVine (Chicago Bulls), Damian Lillard (Portland Trail Blazers), Kevin Love (Cleveland Cavaliers), Khris Middleton (Milwaukee Bucks) y Jayson Tatum (Boston Celtics) han sido seleccionados para representar a los Estados Unidos en Japón, del que querrán volver a sus casas con el cuarto oro olímpico consecutivo.
Un nombre por encima del resto
A primera vista, parece indiscutible que el líder de la selección será Kevin Durant. Tras dejar atrás su terrible lesión en el tendón de Aquiles, uno de los mejores anotadores de todos los tiempos está en plena forma: en los 12 partidos de playoff que ha disputado con los Brooklyn Nets, KD ha promediado 34.3 puntos, 9.3 rebotes, 4.4 asistencias, 1.5 robos y 1.6 tapones por partido. Números escandalosos para un jugador al que también le sienta de maravilla el baloncesto FIBA.
Desgraciadamente, el tiempo no perdona a nadie y atrás han quedado ya esas convocatorias de los Estados Unidos en los que había superestrellas de la talla de Kobe Bryant, Dwyane Wade, LeBron James o Carmelo Anthony. De hecho, de los doce convocados para Japón, solamente tres saben lo que es ganar un oro olímpico: el propio Durant (2012 y 2016), Draymond Green (2016) y Kevin Love (2012). Pero a pesar de que los nombres quizás no tengan tanto atractivo como antaño, el potencial estadounidense es indudable.
Poca altura, muchos puntos
Cuatro (Beal, Lillard, LaVine y Tatum) de los diez máximos anotadores de la NBA forman parte de la selección, que intentará compensar (como casi siempre) su falta de referencias puras en el juego interior a base de puntos, velocidad e intensidad. Solamente Kevin Love y Bam Adebayo cumplen con el rol de jugadores interiores en el equipo, que en muchas ocasiones seguro que se encontrará con el bendito problema de tener que escoger entre Beal (31.3 puntos por partido), LaVine (27.4) o Lillard (28.8), por poner tres nombres, sobre quién se debe jugar el balón en ataque.
En busca de la redención
Si bien el auténtico ‘Redeem Team’ fue la plantilla que se presentó a los Juegos Olímpicos de Beijing con el objetivo de enmendar los fracasos de las anteriores citas, la plantilla actual también buscará la redención internacional. Aquella selección de los Estados Unidos del 2008 (con Mike Krzyzewski al mando de una de las mejores plantillas de los mejores tiempos) tenía la misión de hacer olvidar los esperpentos de los años anteriores: sexta plaza en el Mundial del 2002, terceros en los JJOO del 2004 y también medalla de bronce en el Mundial del 2006.
Pero el precedente al que se enfrenta esta selección es aún peor. En el Mundial del 2019, última vez que se vio la selección estadounidense en marcha, Estados Unidos quedó séptima, su peor clasificación en toda su historia y sin duda alguna, el mejor combustible para un combinado que querrá redimir sus pecados.
Photo: FIBA