Por Eurohoops team / info@eurohoops.net
Marta Xargay ha sido una de las mejores jugadoras de la historia del baloncesto español, por lo que su prematura retirada sorprendió. El año pasado decidió parar para “tomar aire”, pero tras realizar el ‘training camp’ con las Phoenix Mercury colgó las botas de manera definitiva.
Siete medallas en ocho campeonatos con la selección brillan mucho, pero Xargay tuvo que pasar por mucho sufrimiento para conseguirlas: la jugadora llegó a sufrir bulimia por las presiones de Lucas Mondelo. “Llegó el momento en el que tuve que anteponer la persona a la deportista. No podía seguir aguantando cosas inasumibles”, empieza relatando en una entrevista a Faustino Sáez en El País, que el presidente de la Federación, Jorge Garbajosa, pidió que fuera publicada tras los Juegos Olímpicos debido a su impacto.
“Hay límites que no hay que traspasar y él a mí me llevó a un límite muy heavy“, explicaba, haciendo referencia al ya exseleccionador español.“Es duro… He tenido muchos problemas con la comida por culpa de esta persona. Todo empezó en Rusia, en mi etapa en el Dynamo Kursk. Nos pesaban cada semana y él siempre estaba detrás vigilando todo. Hubo varias situaciones, en concentraciones del equipo, en las que se acercó a Sonja Petrovic y a mí y nos dijo que nosotras no teníamos postre porque estábamos gordas. En ese momento, yo pesaba 67 kilos, y mido 1,82m. Me encontraba bien físicamente, pero eso me generó mucha inseguridad, dentro y fuera de la pista. Constantemente me decía que estaba fuera de peso… Esto me causó una revolución física y mental”.
Marta Xargay encontró el apoyo de su pareja, la también jugadora y estrella de la selección estadounidense Breanna Stewart, y se puso en manos de una psicóloga. Sin embargo, pasó todo su calvario en silencio: “Me sentía mal por comer, aunque fuera una ensalada… no disfrutaba de la comida, me ponía a comer con ansiedad y después me iba al baño… Mi psicóloga no me dejaba pesarme y en la concentración con la selección seguía ese control. Me creaba mucha ansiedad. Cuando sabía que a la mañana siguiente nos tenían que pesar, por la noche no dormía”, explicaba.
Ahora, Marta ya ha encontrado la paz y el equilibrio y quiere que su mensaje llegue a las futuras generaciones: “Deseo ayudar más que de denunciar. Lo cuento porque creo que puedo ayudar a muchas niñas que estén pasando por lo mismo. Para que sepan que nos puede pasar a cualquiera, que los deportistas no somos invulnerables, pero que se puede superar“.
Foto: FIBA.basketball