Por Lefteris Moutis/ moutis@eurohoops.net
Esta temporada el CSKA ha sido el equipo al que todos querían ganar. No obstante, el Lokomotiv Kubán, el Olympiacos y el Khimki han demostrado que el campeón ruso no es invencible. Manu Markoishvili habló con el Eurohoops acerca de estas derrotas y los beneficios que pueden tener para su equipo.
El único “irrompible” era Bruce Willis en su película ‘El protegido’. En el baloncesto nadie es irrompible y desde la semana pasada el CSKA ya lo sabe de primera mano. Tras caer ante el Lokomotiv Kubán en el segundo partido oficial de la temporada, el equipo del ejército ruso ha sumado 30 victorias consecutivas hasta que el Kubán volvió a ganarle. Luego cosechó su primera derrota en la Euroliga ante el Olympiacos del Pireo. Al parecer la decepción haya sido tan grande que el conjunto ruso volvió a perder, esta vez ante el Khimki lo que fue su tercera derrota en tan sólo una semana.
El jugador más experimentado del CSKA en la Euroliga es Manu Markoishvili ya que se estrenó en las pistas del máximo torneo del viejo continente la temporada 2002-03 junto con Khriapa. Tras perder en el Pireo habló con el Eurohoops sobre las ventajas de tales derrotas: “Deben servirnos como lección para que la próxima vez estemos listos. Claro que no es una excusa, pero hay que recordar las bajas de Jackson y Weems”.
Después de 30 victorias consecutivas el CSKA ha perdido tres partidos sucesivos. ¿Significa esto que ya no es irrompible? El alero georgiano ha encontrado una motivación en estas caídas diciendo que “esos fracasos nos harán más hambrientos, más humildes y listos para los partidos que vienen. Tenemos que trabajar duro y llegar a ser mejores. Hay que ver lo que tenemos y dónde estamos. Tenemos que ser más inteligentes y que esas derrotas nos sirvan de lección”.