Por Nikos Varlas/ varlas@Eurohoops.net
Milos Teodosic cumple hoy los 28 años y nunca hemos fingido la debilidad que tenemos como Eurohoops por él. Es un jugador que sabe cómo “hablar” con el balón y embrujarlo como pocos. Su caso no parece a ningún otro jugador en el baloncesto europeo.
Es un jugador que ha llegado a ser miembro del mejor quinteto, elegido también como mejor base en dos campeonatos mundiales consecutivos. No obstante, a sus 28 años no ha ganado la Euroliga, aunque ha participado en cinco Final Four perdiendo dos finales.
Nunca le faltaba talento, sin embargo, en muchos momentos críticos parecía carecer de la mente clara y de toma de decisiones correctas. No había por su parte un manejo adecuado que le permitiera a su equipo sacar lo mejor de su talento baloncestista único y su instinto.
¿Ha madurado? Sus actuaciones durante el Mundobasket de España y todo lo que ha hecho esta temporada con el CSKA abogan por ello. Todavía hay que esperar. ¡Además, hablando con el Eurohoops, después de la amarga derrota del año pasado en la semifinal ante el Maccabi, él mismo no se veía entre los cinco mejores bases de la Euroliga!
¡Lean sus respuestas a las preguntas que le hemos planteado y saquen sus propias conclusiones!
De verdad, ¿está Milos de acuerdo con los que creen que este año el CSKA parece más equilibrado y más coherente como equipo?
“Sí, claro que estoy. Esta vez los roles son más distintos que la temporada pasada, todos se sienten útiles y felices. El entrenador Itoudis ha dejado su huella, porque nos da la libertad de aprovechar productivamente nuestro talento junto con la aportación individual al equipo”.
Claro que estáis entre los favoritos para viajar a Madrid. ¿Los fracasos sucesivos de los años anteriores os ayudarán a parecer más maduros y decididos o hay amenaza de que os “estropeen” la mente?
“Entiendo tu pregunta. A decir verdad, no sé responderte. Quizás lo mejor sería esperar a que llegue el momento. Yo también creo que llegaremos a la Final Four y que ya estamos más maduros, con más experiencia. Sin embargo, no puedo predecir”.
¿Tal vez cuando lleguéis hasta allí no será sólo una cuestión de juego, sino también una cuestión del estado mental?
“Por supuesto que contará la parte mental. La solución para esto es mostrarte fuerte en la mente y totalmente concentrado. No pensar en nada sino en la táctica y el objetivo del partido”.
Hablemos de ti. Eres uno de los más dotados en la Euroliga, si no el que tiene más talento e instinto. ¡Todos los grandes jugadores europeos que han hecho historia en la Euroliga, su edad más productiva era entre 27-33 años! ¿Se aproxima tu tiempo?
“¿Te basas en la estadística, no? ¡Espero que ocurra lo que dices! No me gusta hablar mucho de mí. Si hay que conseguir algunas cosas, que lo demuestre con hechos”.
Cuando te vienen a la memoria los cuatro años que pasaste en el Olympiacos, ¿En qué piensas?
“Siento que no terminé lo que tenía que hacer, las cosas por las que firmé y llegué al Olympiacos. Sin embargo, era joven y sólo tenía 20 años. Jugué mi primera final en París siendo enfermo. La verdad es que me da tristeza cada vez que pienso en ello, porque no he logrado en el Pireo de lo que soñaba y quería. Cuando pasas cuatro años en un equipo estableces una conexión especial, trabas amistad, te quedas con los recuerdos y los llevas dentro mientras sigues tu camino”.
La última pregunta. ¿En el Mundobasket de España vimos al mejor Milos hasta hora? ¿O habrá una mejor versión?
“¡Lo veremos en la próxima Copa del Mundo, cuando ya esté mayorcito (se ríe)! Creo que hay mejores versiones de Milos, ¡pero lo importantes no es en lo que creemos, pero lo que pasa”!