Por Nikos Varlas / varlas@eurohoops.net
Vspan cree que algunas cosas están destinadas a suceder. Él dice que nada está predestinado y que aún no se debe ni sentirse triste ni celebrar. Sólo tener la cabeza fría, el espíritu fuerte y efectuar acciones. Lean la entrevista en exclusiva que concedió al Eurohoops.
En el partido de su regreso pasó 11 minutos en la pista sin poder ayudar. Dos día después logró encontró la llave de la defensa de los catalanes. Sólo necesitó 1 o 2 minutos – asiente con la cabeza para mostrar que él está aquí, que está de vuelta.
Así que todo el mundo reciba el mensaje.
Sus compañeros de equipo y, por supuesto, sus oponentes.
La “noticia” de que Spanoulis está listo para las batallas cruciales coincidió con la primera victoria en suelo catalán en la historia del Olympiacos. El líder del Olympiacos, el jugador que nunca ha faltado ningún partido de los cuartos de final, habló en exclusiva con el Eurohoops.
– La imagen del equipo y la tuya también cambiaron dramáticamente en 48 horas. ¿Cómo es posible un cambio tan grande en un corto período de tiempo?
“Hay sólo unos pocos equipos, no sólo este año, pero todos estos años en la Euroliga, en general, que pueden aparecer de manera diferente dentro de 1 ó 2 días. El Olympiacos es uno de ellos. Hemos demostrado el carácter que el equipo ha construido en los últimos cinco años. Hay un núcleo que es significativo. Cada chico que viene al Olympiacos interioriza la mentalidad que tenemos.
El entrenador Sfairopoulos y el resto del cuerpo técnico hicieron un trabajo notable. Nos prepararon y nos impulsaron mentalmente. Hicimos algunas cosas de manera diferente con nuestras tácticas que creo que cogieron al Barcelona desapercibido. Todo el mundo merece crédito, todos los chicos y todas las personas que componen este equipo. Los entrenadores, los jugadores, la gestión, la gente que estaba en el Palau para apoyarnos. Estamos unidos y esta es la forma en que avanzamos”.
– Has dicho que los cambios realizados sorprendieron al Barça. ¿Crees que la mayor diferencia en comparación con el primer partido fue en términos de táctica o mentalidad?
“Una combinación de todo. Sólo es que a este nivel la parte mental cuenta mucho. Nos entristeció la forma con la que perdimos el primer partido. Estábamos un poco confundidos. Tras un largo período de tiempo el equipo fue otra vez completo. Había tal vez un poco de confusión en cuanto a la química y nuestros roles. Básicamente, en un solo día recuperamos esa química. ¡La que habíamos creado antes! No era fácil. Incluso si el entrenador dice todo lo que tiene que decir, el jugador también tiene que procesar la información y hacer lo que tiene que hacer en la cancha”.
– En el primer partido parecía que el Olympiacos prácticamente no luchó, no dio guerra. ¿De qué hablasteis entre sí los días que precedieron al segundo asalto?
“Cuanto menos se diga, mejor. A veces hablar es innecesario. Situaciones como estas exigen acciones, no palabras. Ahora mantenemos nuestras cabezas. Humildad. El que gane el partido será el que lo quiera más y el que sea más inteligente. Lo que era el caso hace 48 horas, también se aplica ahora. Todavía nada está determinado. No hay lugar al sentimentalismo, tristeza o alegría. Seguimos adelante”.
– Giorgos Aggelopoulos dijo que la gente en el SEF tiene que ayudar al equipo como sólo ella sabe. “Tomar parte” en las posesiones e impulsar al Olympiacos, y que el Barcelona también sabe jugar bien fuera de casa. ¿Es difícil después de una victoria tan grande no perder ni el 1% de su concentración, algo que le podría costar?
“Los primeros que tienen que darse cuenta de que tenemos que avanzar paso a paso y que todavía no hemos conseguido nada, somos nosotros. Los jugadores. La serie es larga. El Barcelona también cambiará algunas cosas. La serie es una batalla que se ve como un partido de ajedrez”.
– El año pasado tuviste una lesión que le costó al equipo y jugó un papel crucial en el fracaso de no avanzar a la Final Four. Este año, la historia parecía que iba a repetirse… Hasta la victoria a domicilio. ¿Estás decidido a no dejar que tu desgracia afecte al esfuerzo del Olympiacos y altere el curso que parecía que podría tener en la Euroliga?
“Algunas cosas están destinadas a suceder. Estaba escrito que me lesionaría. Se suponía que debía luchar tan duro como podía y recuperarme a tiempo para los partidos más decisivos de la temporada. Creo en Dios y le rezo a él todos los días para que se cuide de mí así que pueda ayudar al Olympiacos. Todos aprendemos de nuestros errores. El inteligente aprende algo de ellos. El caso es no cometer los mismos errores. Es importante aprender de ellos y no repetirlos. Somos un equipo fuerte y en nuestras próximas contiendas con el Barcelona vamos a luchar de nuevo”.