Por Nikos Varlas/ varlas@eurohoops.net
Si hay un jugador que ha experimentado la máxima felicidad, el placer de un triunfo inesperado y la dominación, sino también el impacto de una derrota dura y la eliminación en los últimos segundos, este es Kyle Hines. Vivió todos estos sentimientos con el Olympiacos en 2012 y 2013, y el CSKA el año pasado.
Kyle Hines se va a enfrentar al equipo con el que ha ganado primeros dos títulos de la Euroliga, pero según él el nombre del rival no hace ninguna diferencia para él. “Bueno, todo el mundo es consciente de mi conexión especial con el Olympiacos y lo que he vivió con este equipo. Sin embargo, cuando juegas en una Final Four lo único que te importa es ganar. Primero la semifinal y luego la final para conquistar la cima. Es por eso que no pienso en el rival, pero “sólo en algunos detalles tácticos y lo que tenemos que hacer en el suelo no sólo como equipo, sino también individualmente para tener éxito.
El CSKA es el equipo con la mejor plantilla, que más opciones tiene y que ha anotado más que nadie en esta Euroliga. El Olympiacos, por otro lado, es muy duro y peligroso al no ser favorito en teoría. ¿Qué piensa Hines al respecto? “Ha sido probado que durante una Final 4 lo que importa no es el talento y la calidad, sino la química, la psicología y el buen partido que cada equipo va a hacer. Lo bueno es que nadie subestima al Olympiacos, somos conscientes de lo difícil que es jugar contra él y cuántas veces ha ganado partidos importantes en el pasado. Estamos muy bien preparados, muy tranquilos, todo va bien en los vestuarios y estamos listos para luchar. Esto es lo que esperamos encontrar ante el Olympiacos. Un derbi en el que el ganador se decidirá por los detalles”.
¿Cuál es el jugador que ha experimentado los dos extremos de la felicidad y la tristeza durante una Final Four en un pequeño período de tiempo? “Probablemente yo (risas)” En 2012 fue aquella final y la remontada que no es fácil de olvidar. La próxima temporada hubo de nuevo un dulce recuerdo, sin un final tan emocionante. Lo hicimos parecer fácil, pero no fue fácil en absoluto. El año pasado casi nos clasificamos para la final y el partido se nos escapó de las manos… Fue un momento muy difícil. Era la primera vez que sentí algo así en una Final Four. Hoy, soy consciente de todos los sentimientos que un jugador puede sentir en una gran competición como esta. ¡Se puede decir que soy un sabio!”
¿Qué consejo les darías a sus compañeros de equipo para la semifinal? “Debemos centrarnos en nuestros objetivos y no pensar en nada más. Sólo centrarnos en nuestra táctica. Ser inteligentes y no permitir que nuestras emociones nos afecten en un partido tan grande. Es muy simple. Tenemos que actuar de la misma forma que toda la temporada”.