Por Giorgos Orfanakis / info@eurohoops.net
Los españoles han ganado nueve Euroliga, más que cualquier otro equipo, pero sólo dos de ellas (1995, 2015) han llegado en la época en que los campeones emergen a través de una Final Four, es decir, desde 1988 hasta hoy.
Pablo Laso y sus jugadores quieren celebrar otra victoria y seguir con sus excelentes actuaciones de los últimos años que han justamente colocado a los blancos en la élite del baloncesto europeo.
Atenas 1993: cuarto lugar
El equipo del Real Madrid del incomparable Arvydas Sabonis viajó a Atenas con el objetivo de ganar el trofeo, pero se topó con el campeón Limoges, y como resultado fue eliminado en la semifinal (62-52). El doble-doble del pívot lituano (19 puntos, 10 rebotes) no fue suficiente para evitar la derrota, con la defensa dura de los gales marcando la diferencia.
Dos días después, los españoles fueron derrotados nuevamente por el PAOK (76-70) y terminaron cuartos en una Final Four que les dejó un sabor amargo.
En el tercer partido por el tercer puesto, Sabonis (14 puntos, 18 rebotes) fue una vez más el que se destacó del equipo madridista, pero PAOK, con Barlow (20 puntos) siendo su mejor jugador, ganó el juego de consuelo delate de la afición griega.
Zaragoza 1995: ganador
Sólo dos años más tarde, el Real Madrid sólo pudo vengarse del Limoges por la semifinal perdida. El protagonista de los españoles fue otra vez Arvydas Sabonis, quien – con 21 puntos y 9 rebotes – brilló para su equipo y lo envió a la gran final tras ganar al equipo francés por 62 a 49.
En aquella Final Four, el Real Madrid de Zeljko Obradovic fue hecho para celebrar el título y lo demostró de manera enfática en la final ante el Olympiacos. Un arranque intensto, los malos porcentajes de los rojiblancos, y la calidad de Arlauckas (16 puntos, 4 rebotes) y Sabonis (23 puntos, 7 rebotes) establecieron la diferencia y, como resultado, al final los bancos fueron proclamados campeones de Europa (73-61).
El Real subió a la cima por primera vez después de la temporada 1979-80 y, como era natural, ese éxito fue celebrado a lo grande, mientras era el octavo título europeo del club en total.
París 1996: cuarto lugar
Casi 365 días después de haber ganado la Euroliga, el Real volvió otra vez a la Final Four en París con el objetivo de repetirlo, pero el sueño rápidamente se convirtió en una pesadilla.
Una segunda mitad catastrófica en el clásico ante el Barcelona resultó decisiva, con los blancos perdiendo la oportunidad de avanzar a la gran final y jugar por el trofeo contra el futuro campeón, el Panathinaikos.
Zeljko Obradovic ya no tenía a Arvydas Sabonis a su disposición ya que se había marchado a la NBA, mientras que los esfuerzos de Arlauckas (22 puntos) y Savic (15 puntos) en la semifinal demostraron ser insuficientes. El gran objetivo estaba perdido, y dos días después el Real fue nuevamente derrotado (74-73) por el CSKA Moscú, acabando cuarto.
Barcelona 2011: cuarto lugar
La clasificación del Real Madrid para una Final Four por primera vez después de casi 15 años de ausencia puede considerarse como un éxito por sí solo, pero los blancos, frente a un público español, estaban buscando algo más.
Esto, sin embargo, nunca se materializó, ya que, en la segunda semifinal ante el Maccabi, los jugadores de Lele Molin no eran tan buenos como se esperaba, cayendo fácilmente por 82-63. De hecho, el intento fallido de ganar el título se completó de la peor manera posible dos días después, cuando el Siena consiguió una cómoda victoria por 80 a 62.
Londres 2013: segundo lugar
Empezando por la Final Four de Londres, el Real Madrid se embarcó en un ciclo de tres años lleno de emociones, grandes victorias, pero también derrotas dolorosas.
Todo comenzó en 2013 en otro clásico ante el Barcelona, donde – gracias a un excelente último cuarto, pero también a Llull (13 puntos), Sergio (12 puntos, 9 asistencias) y Reyes (17 puntos, 5 rebotes) – los de Pablo Laso se ganaron otra plaza en la final tras vencer por 74 a 67.
El siguiente obstáculo, y como resultó, el más duro el camino hacia el título fue el Olympiacos. La gran final comenzó de la forma más ideal, ya que los blancos crearon una gran ventaja desde el principio con un espectacular ¡27-10!, pero luego sufrieron una remontada sin precedentes por parte de los rojiblancos de El Pireo, que lograron anotar 90 puntos en tres cuartos y ganar el trofeo por segundo año seguido.