Por Antigoni Zachari / info@eurohoops.net
Una de las mayores influencias en la historia deporte a estado, de alguna manera, profundamente ligado a Europa. Estas son algunas expresiones para resumir parte de la vida de Kobe Bryant.
Mi chiamo… Kobe!
Fue en 1984 cuando, después de terminar su carrera en la NBA, el veterano Joe Bryant llevó a su familia a Italia, donde jugó durante siete temporada. Kobe, que entonces tenía 6 años, comenzó a combinar fútbol y baloncesto en el país transalpino antes de regresar a casa, Filadelfia, en 1991.
Fue en Italia donde aprendió los fundamentos del baloncesto, como explicó a Bussiness Insider: “Aprender a jugar al baloncesto fuera de Estados Unidos fue, en realidad, una gran ventaja porque me enseñó a confiar en los fundamentos, no en el físico“, contaba.
Además de la faceta deportiva, Bryant dominaba el italiano tras comenzar a estudiarlo escuela primaria. El pequeño Kobe utilizaba el idioma como un medio para comunicarse con sus compañeros de clase durante las actividades deportivas.
Sus raíces y evolución seguramente explican mucho sobre su gusto por el baloncesto europeo, que hizo que los aficionados especularan durante muchos años si podría acabar su carrera en Italia.
“Creo que los jugadores europeos son mucho más hábiles“, reconoció Kobe a ESPN una vez. “Simplemente se les enseña el juego de la manera correcta a una edad temprana… Son más hábiles. Es algo que realmente tenemos que arreglar. Realmente tenemos que abordar eso. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a jugar de la manera correcta“.
Después de todo, uno de sus amigos y compañeros de equipo más cercanos no era otro que el ícono europeo y español, Pau Gasol.
A lo largo de los años de su carrera como jugador, Kobe ha viajado por Europa para difundir su mensaje. Italia, los Países Bajos, incluso Grecia hace unos años. Fue en la capital griega donde en 2011 se reunió con Vassilis Spanoulis, del que siempre ha hablado maravillas.
Y, por supuesto, España. España merece una mención especial y una foto.
Después de todo esto, nos sentimos con el derecho suficiente para llamar a Kobe … ¡europeo! Su legado será eterno.