Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
Hace casi un mes, cuando la Euroliga intentaba averiguar cómo iba a terminar la temporada, el pesimismo era obvio. No importa lo que se dijera en público, la noción cada vez mayor en torno a los clubes e incluso dentro de la administración de la liga era que la temporada se había echado a perder.
Por otro lado, se hizo hincapié en que nadie podía predecir el futuro y, finalmente, existe un optimismo limitado de que el 24 de mayo se anuncie un final adecuado de la temporada 2019-20 con partidos en la cancha.
La Euroliga está analizando la situación en Europa y la noticia de que la Bundesliga volverá a rodar la próxima semana fue la primera buena señal. Aunque el fútbol es un deporte al aire libre, tener una liga profesional importante que regrese a la acción bajo un protocolo de seguridad durante la pandemia COVID-19 es música para los oídos de todos los involucrados en deportes profesionales.
Mientras tanto, la BBL alemana también se está preparando para un regreso con 10 clubes y, en Israel, después de muchos cambios, se anunció su propio torneo de final de temporada, que cuenta con la aprobación de las autoridades locales.
Hasta ahora, cuatro de las diez mejores ligas nacionales en Europa han cancelado su temporada. Mientras que la VTB United League, Lituania, Italia y Grecia han decidido que sus temporadas han terminado, Alemania e Israel están en el lado opuesto del espectro. Francia aún espera reanudar la competición, aunque sea en septiembre, mientras Turquía y la Liga ABA no descartan nada y la ACB también ha presentado su plan para un torneo de 12 equipos para finalizar su temporada.
Todavía estamos lejos de la competición y pueden suceder muchas cosas hasta que vuelva a haber un balón al aire nuevamente.
En primer lugar, las fechas del plan israelí y de la ACB coinciden con las de Euroliga, por lo que algunos de los mejores clubes de Europa podrían verse obligados a elegir qué competición jugarán. Los partidos se jugarán a puerta cerrada, los jugadores podrían no regresar a sus equipos por una variedad de razones y habrá muchas disputas contractuales. Eso sucederá a pesar del acuerdo entre la Euroliga y ELPA, cuyo acuerdo de apretón de manos y realmente no tiene valor legal.
Sin embargo, con las autoridades serbias abriendo sus puertas a la competición, un posible anfitrión ya cumple con las demandas de la Euroliga. Y como Krunoslav Simon dijo con razón, no hay dudas sobre la motivación económica de la Euroliga y sus clubes para terminar su temporada en la cancha, debido a sus acuerdos con patrocinadores y titulares de derechos de televisión.