Por Gerard Solé / @gsole14
Apenas quedan unas horas para que regrese el baloncesto en España. La Fonteta y la ciudad de Valencia son ya escenario de la Fase Final Excepcional con la que concluirá la temporada 19/20 de la Liga Endesa.
Los 12 primeros clasificados se enfrentarán a un desafío imponente en el que cualquier error se pagará muy caro. Un torneo salvaje lleno de grandes estrellas como Campazzo, Mirotic, Dubljevic, Shengelia, Shermadini o Prepelic, entre muchos otros. Y en el que los llamados factores inesperados jugarán un papel más que clave para elevar las ilusiones de cada uno de los aspirantes.
Trey Thompkins (Real Madrid)
12,6 puntos y 3,9 rebotes en 24:20 minutos (12 partidos)
No sorprenderemos a nadie si decimos que Trey Thompkins ha sido una pieza fundamental en los últimos grandes éxitos del Real Madrid. Un interior de primer nivel europeo que ha encajado muy bien en el esquema de Pablo Laso y, lo más importante, ha entendido perfectamente cuál es su rol en este equipo.
Con la renovación asegurada por dos años más y un título en el punto de mira, Thompkins volverá a ser ese jugador determinante. El decisivo en momentos calientes. El del palmeo de Belgrado.
Alberto Abalde (Valencia Basket)
7,7 puntos y 3,4 rebotes en 16:58 minutos (23 partidos)
Pura polivalencia, pura energía, puro corazón. Y todo esto, controlado por un cerebro privilegiado. Así podemos definir a la sensación del curso taronja, un Alberto Abalde que ha logrado dar el siguiente paso. Capaz de dominar partidos en ataque (42% en triples, el mejor porcentaje de su carrera) y de maniatar y desesperar a estrellas de la Euroliga a base de una pegajosa defensa.
Empezó el curso sin demasiados minutos, Ponsarnau le dio la oportunidad y el gallego no falló. Y ahora, no se concibe un Valencia Basket sin Abalde. Imprescindible en cada partido. Innegociable para el técnico catalán.
Tyson Pérez (MoraBanc Andorra)
5,6 puntos y 5,1 rebotes en 15:09 minutos (18 partidos)
Ha sido la sensación de la temporada en el Principado y su presencia en esta Fase Final Excepcional será esencial para Ibon Navarro. Las ausencias por lesión de Dejan Musli y Moussa Diagne abren la puerta a la explosión del joven Tyson, que aprovechará su gran impacto a ambos lados de la pista para convertirse en un jugador clave para el cuadro andorrano.
Con la NBA más que atenta a cada uno de sus pasos, este torneo puede significar su indiscutible consolidación en la élite del baloncesto nacional. De 3, de 4 o incluso de falso 5. ¿Quién frena al huracán dominicano?
Nenad Dimitrijevic (Joventut Badalona)
8 puntos y 3,3 asistencias en 17:39 minutos (21 partidos)
Inmerso en un mar de rumores sobre su futuro más cercano, esta brillante perla macedonia será uno de los protagonistas más observados en la Fase Final Excepcional. Con la ausencia confirmada de Tony Wroten, Dimitrijevic se convertirá en el primer base del conjunto badalonés.
Esta situación ya sucedió durante la temporada tras la salida de Zisis y propició sus mejores minutos del curso. El devenir de la Penya vuelve a estar sobre sus espaldas. Pongan el vídeo a grabar, abróchense los cinturones y déjense llevar por el show del mágico Neno.
Thomas Heurtel (FC Barcelona)
7,5 puntos y 5 asistencias en 17:41 minutos (2 partidos)
El parón de marzo frenó su progresión tras el regreso a las pistas. Y con las lesiones ya completamente olvidadas y la ausencia de Malcolm Delaney, Heurtel recupera definitivamente el timón del Barça. Puntos asegurados, capacidad para ser indefendible y un carácter ganador de valor incalculable en un torneo corto como este.
Ya fue decisivo en la Copa del Rey 2019, llevándose incluso el MVP del campeonato. ¿Se atreven a descartarle como candidato, una vez más, al deseado trono?
Jasiel Rivero (San Pablo Burgos)
6,8 puntos y 3 rebotes en 15:14 minutos (10 partidos)
De exótica apuesta a sensación en Europa. La llegada de Jasiel Rivero a la siempre fría Burgos ha sido una brisa de aire ecuatorial que ha ilusionado hasta al más escéptico. Aunque empezó sin poder jugar en liga por el cupo de extracomunitarios, sí fue una pieza muy utilizada por Peñarroya en una Basketball Champions League en la que acabó brillando con luz propia.
Amenaza exterior, movimientos eficaces en la pintura y una descomunal voracidad reboteadora. Sin Clark y sin Huskic, la pintura burgalesa tiene sabor cubano.