Por Gerard Solé / info@eurohoops.net
Debacle. Decepción. Y, para algunos, hasta fracaso. El actual campeón de liga y gran favorito para alzar el título no estará en las semifinales de la Fase Final Excepcional de la Liga Endesa. Los tropiezos del Real Madrid ante el semifinalista San Pablo Burgos y, especialmente, ante MoraBanc Andorra, limitaron las opciones de los de Pablo Laso a una derrota de Valencia Basket en la última jornada que no acabó por llegar.
Fin a la temporada, fin a las opciones de alcanzar el doblete tras la Copa del Rey conseguida en ya un lejano febrero. ¿Qué ha sucedido en Valencia? Simplemente, ha sido cuestión de peso.
El peso del escudo
Jugar en el Real Madrid significa que, para todos tus rivales, tu encuentro contra ellos es su partido del año. Nunca es un duelo más. Y eso implica que tu oponente siempre dará el máximo y nunca perderá la concentración. Algo que sí ha podido suceder con los hombres de Laso durante esta fase final. Ante Burgos, los blancos sucumbieron al mayor acierto y determinación castellanos, pero ante MoraBanc Andorra, el Real Madrid se vio superado mentalmente por un sólido bloque que nunca mostró brechas ni altibajos como sí ofrecieron los blancos.
El peso de ser campeón
El principal favorito a levantar un título siempre acostumbra a ser el vigente campeón. Los de Laso han dominado la Liga Endesa de forma hegemónica durante la última década y se han colocado como el rival a batir de forma indiscutible. Una motivación extra para pequeños y grandes que, en Valencia, ha acusado la presión diaria de defender cetro nacional. ¿Faltó ambición? Nunca. Pero sí sobró presión y exigencia. Y es que, una vez más, qué duro es ser, día tras día, un gigante como el Real Madrid.
El peso del ruido veraniego
Evidentemente, nadie puede ignorar las noticias y rumores que aparecen diariamente, y más en un tiempo tan diferente como han sido los últimos meses, sin deporte en directo. Especulación, informaciones contradictorias y algunas novedades que, quizás, en unas semanas o meses pueden convertirse en noticias, como las renovaciones oficiales de Jaycee Carroll o Trey Thompkins. O no. ¿Campazzo jugará en la NBA? ¿Le acompañarán Gabriel Deck y/o Edy Tavares? ¿Alocén vestirá de blanco o lo seguirá haciendo Laprovittola?
El peso del balón: faltó algo más que Campazzo
Una de las grandes críticas que ha recibido el Real Madrid durante esta Fase Final Excepcional ha sido la monopolización del juego en manos del argentino. Cierto es que Campazzo ganó, prácticamente, él solo a Valencia Basket con una exhibición de récord. Pero también es verídico que algunos jugadores que en otros momentos han sido determinantes, estuvieron lejos de ese nivel estelar. Y aquí llegamos al último punto…
El peso del tiempo
Los años es lo único que no se detiene en la vida. Y en esta hegemonía blanca, el tiempo ha ido desgastando todas las piezas que parecían indestructibles. Exceptuando a Deck (25) y al emergente Garuba (18), la plantilla blanca tiene hasta a once jugadores con 28 (Tavares) o más años, con 5 de ellos en más de 32.
Hay que ser muy consciente que, tras un parón de más de 100 días sin competición, el ritmo al que todos los equipos se han visto sometidos en este torneo final ha podido dejar sin gasolina al Real Madrid. Han pesado las piernas y se han multiplicado las molestias y problemas musculares.
Y lo que el primer día parecía ser un arma fluida y letal (8 de 11 en triples y 37 puntos en el primer cuarto del partido inaugural ante Herbalife Gran Canaria) acabó siendo una difícil losa que superar. El mejor equipo en porcentaje de triples en la Liga Endesa (39%) acabó bajando su acierto hasta el 34% en esta Fase Final, pese a tener a un Campazzo que alcanzó un 47% desde el triple.
También la lucha por el rebote ha sido una virtud que ha desaparecido. Este Real Madrid estaba acostumbrado a dominar en la pintura a ambos lados de la pista. Sin embargo en esta Fase Final Excepcional, los de Laso tan solo pudieron ganar la batalla del rebote ante Herbalife Gran Canaria (41-33 ante Burgos, 35-32 ante Valencia y 38-33 ante Andorra). Y eso que Edy Tavares ha llegado a aumentar su promedio reboteador (8.3) respecto a lo conseguido durante la fase regular (7.4).
¿Y ahora, qué?
No hay que crucificar a este Real Madrid. Los blancos han sido uno de los equipos más perjudicados por el exigente y frenético ritmo de competición de esta Fase Final Excepcional y no hay que olvidar su más que notable campaña en Euroliga (2º con 22-6 y racha récord de victorias) y en Liga Endesa (18-5, 2º). Pueden suceder muchas cosas este verano, pero no hay que dudar de que los blancos volverán a competir por todos los títulos en la próxima temporada.
Y con Pablo Laso en el banquillo, lógicamente.
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