Por Alex Molina / info@eurohoops.net
La vuelta unas semanas atrás de Joan Plaza al Real Betis hizo que me acordara de la primera etapa del entrenador barcelonés en el equipo Sevillano. Tras tres años como primer entrenador del Real Madrid en los que ganó un título de Liga y una copa ULEB, Joan Plaza llegó al por entonces llamado Cajasol en el 2009.
Tras una gran primera temporada a los mandos del equipo andaluz en la que el equipo llegó a cuartos de final de Copa y de Liga (con un meritorio sexto lugar), en la temporada 2010-2011 el equipo casi consigue conquistar Europa. Por segunda vez en su historia, el equipo participó en la Eurocup, y solamente el UNICS ruso se interpuso en su objetivo de ganar la segunda competición continental.
De menos a más
Con una discreta decimoprimera posición en Liga, los esfuerzos del Cajasol se centraron en la Eurocup. La fase regular del equipo fue más bien… regular. Compartiendo grupo G con Nymburk, Hapoel Jerusalem y VEF Riga, solamente el average favorable con los israelíes permitió al Cajasol pasar al Top 16 con un balance de 3-3. El sufrimiento de la primera fase quedó olvidado rápidamente en el Top 16: 5-1 y el equipo lanzado hacia los playoffs, donde esperaba el Budivelnyk Kiev. Los ucranianos no fueron problema para los de Joan Plaza, ya que solventaron ambos partidos sin demasiados sobresaltos y confirmaron su gran momento antes de la Final Four.
Y ahí fue donde el Cajasol casi da la campanada. Los sevillanos viajaron a Treviso con el objetivo de derrotar a la anfitriona Benetton en las semifinales. Los italianos eran viejos conocidos (rivales en el grupo L del Top 16) y los nombres asustaban –Devin Smith, Stefan Markovic, Massimo Bulleri, Donatas Motejiunas, Alessandro Gentile-, pero ni el hecho de jugar en el campo de los italianos con sus fans apoyándolos fue un problema para el equipo sevillano: victoria por 63-75 en un partido en el que el trío Kirksay-Bullock-Davis volvió a ser el pilar del equipo.
Sin opciones en la final
Lo que muchos pensaban imposible, estaba a punto de ser una realidad. Solamente quedaba un paso para conseguir el primer título del club, pero el UNICS se encargó de despertar a los sevillanos de su sueño. Los rusos, que solamente perdieron 3 partidos en toda la competición, dejaron sentenciado el partido con el 32-16 del primer cuarto. La final tuvo dos nombres que brillaron por encima del resto: Maciej Lampe hizo lo que quiso en las zonas con 26 puntos y 11 rebotes, mientras que Marko Popovic (MVP de la Final Four) con 18 puntos y 11 asistencias dominó el partido a la perfección para darle el título a los suyos con el 92-77 final.
Viejos conocidos y grandes por conocer
La plantilla de este Cajasol histórico estaba formada por ilustres veteranos y jóvenes que llegaban con fuerza, una combinación casi siempre que ganadora. Probablemente, el nombre más ilustre de la plantilla era el de Louis Bullock. Apurando sus últimos años como jugador de baloncesto, uno de los norteamericanos más importantes de la historia del Real Madrid recaló en el Cajasol para jugar la que sería su única temporada en el equipo. Junto a Bullock, los puntos en este equipo los metía Paul Davis. Un habitual del Supermanager de esa época, el norteamericano es uno de los pocos jugadores capaces de conseguir un 20+20 en la ACB gracias a los 21 puntos y 22 rebotes que consiguió ante el Manresa. También estaban Txemi Urtasun, Tariq Kirksay, Kaloyan Ivanov (otro de los grandes reboteadores de los últimos años), Juanjo Triguero, Mindaugas Katelynas, Earl Calloway, Mario Cabanas, Bojan Popovic… y tres jóvenes que darían (y dan) mucho de qué hablar.
Con tan solo 19 años, Tomas Satoransky era ya pieza importante en este equipo, siendo titular la mayoría de partidos y demostrando la calidad que lo ha llevado a estar actualmente en la NBA. Otros dos jóvenes jugadores que no tardaron en destacar fueron Joan Sastre y Ondrej Balvin. El actual jugador del Valencia Basket fue utilizado por Joan Plaza en la gran mayoría de los partidos a pesar de sus 19 años, mientras que el capitán del Bilbao Basket tuvo un papel muy testimonial pero ya apuntaba maneras a sus 18 años. Pero si hablamos de jóvenes, hay que hablar de Beqa Burjanadze: con tan solo 16 años, el georgiano dio sus primeros pasos en la ACB de la mano de este histórico Cajasol.