Antonis Stroggylakis / info@eurohoops.net
Todo es posible. Ese fue el mensaje que el recién coronado campeón de la NBA y MVP de las Finales, Giannis Antetokounmpo, quería enviar al mundo y, en especial, a Grecia y Nigeria poco después del momento culminante de su carrera.
Con el trofeo de Larry O’Brien y el MVP de las Finales bajo sus brazos, la sestrella de los Milwaukee Bucks expresó su deseo de que su propia historia de vida y su inspirador viaje animen a otros a seguir peleando por sus sueños.
“Esto debería hacer que todas las personas, todos los niños, todo el mundo, crea en sus sueños”, dijo Antetokounmpo. “No importa lo que sientas cuando estás triste, cuando no crees que no te va a ocurrir a ti -puede ser el baloncesto, puede ser cualquier cosa-, solo cree en lo que estás haciendo y sigue trabajando. No dejes que nadie te diga lo que puedes ser y lo que no puedes hacer. La gente me dijo que no podía meter los tiros libres. Esta noche anoté los tiros libres y soy un maldito campeón. Los hice cuando tenía que hacerlo“.
“Hace ocho años, hace ocho años y medio, cuando llegué a la liga, no sabía de dónde vendría mi siguinete comida. Sabes que mi madre estuv vendiendo cosas en la calle. Ahora estoy aquí sentado en lo más alto de lo más alto. Estoy extremadamente bendecido. Estoy extremadamente bendecido“.
Durante toda la rueda de prensa posterior a la Finales, Antetokounmpo habló desde el corazón. Pero fue al hacia atrás, al recordar las penurias que su familia sufrió en Grecia y los sacrificios que hicieron sus padres para criarle a él y a sus hermanos, cuando se emocionó y rompió a llorar.
“Todo el viaje. Lo que sacrificaron mis padres para llegar a esta posición. Todo lo que sacrificaron mis padres. Lo vi cada día. Cada día de mi vida“, dijo Giannis. “Esto es para mi madre, ella trabajó muy duro todos los días para que yo estuviera en esta posición y nunca me presionó para que hiciera otras cosas. Esto es para mi padre, que me está mirando desde arriba y puede verlo. Y esto es para mi pareja, también. Cada día, ella me ayuda a ser mejor, una mejor persona. Me deja hacer lo que se supone que debo hacer, y cuida de mi hijo y de mi próximo hijo. Y de mis hermanos“.
“Puedo ser terco a veces“, añadió el griego, prácticamente como si se tratara de una confesión. “Puedo desconectarme del mundo porque quería tanto esto… Quería tanto esto y he podido conseguirlo. Por eso he llorado. Pero la gente me ayudó a estar en esta posición. No podía hacerlo solo. Cada maldito día, la gente me ayudó”.
Giannis había afirmado su lealtad a los Bucks y su compromiso inquebrantable al ancanzar este trofeo que le ha sido esquivo a Milwaukee en numerosas ocasiones desde que llegar al equipo. Su carácter y mentalidad le impedían marcharse y fichar por otra franquicia. Al menos, mientras la tarea aún estaba pendiente.
“Simplemente no podía irme“, dijo Antetokounmpo. “Había un trabajo que tenía que terminar. En la burbuja no se hizo justicia. Hay que darle crédito a los Miami Heat. Jugaron muy bien, pero no se hizo justicia. Todo el mundo sentía nostalgia. Somos un equipo orientado a la familia y queríamos ver a nuestras familias“.
“Pero al regresar, pensé, esta es mi ciudad. Ellos han confiado en mí. Ellos creen en mí. Ellos creen en nosotros“, explicaba Antetokonmpo. “Incluso cuando perdimos, la ciudad seguía con nosotros y obviamente yo quería completar el trabajo. Pero ese es mi lado obstinado“.
La perspectiva de unirse a un equipo cargado de superestrellas que potencialmente acortaría su camino hacia ganar el título no le atraía. Así que siguió su propio camino. El camino difícil. Y lo consiguió.
“Es fácil ir a algún lado y ganar un título junto a alguien más. Es fácil. Podría ir a un súper equipo, simplemente hacer mi parte y ganar un título. Pero esto es la manera más difícil de hacerlo. Esta es la manera y lo logramos. A la mierda. Lo hemos logrado. Lo hemos logrado, hombre”.
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