Por Arma Kaynar / info@eurohoops.net
Aunque no han sido tantos movimientos como en los últimos años en la NBA, el mercado ha sido suficientemente atractivo y ha tenido cambios importantes.
Las franquicias no han podido firmar contratos tan grandes como hemos visto en veranos anteriores debido a la falta de espacio salarial. Aún así, como siempre, algunos equipos han reforzado su plantilla de cara a la próxima temporada, debilitando a otros en el camino. Tras ver quiénes han sido los 10 ganadores del mercado, analizamos a los 9 perdedores del verano.
Boston Celtics
La pasada temporada de los Boston Celtics fue decepcionante y estuvo marcada por las lesiones y los efectos de la coronavirus. Antes del Draft de la NBA, el equipo de Boston traspasó a Kemba Walker a los Thunder por Al Horford. Con el inicio del mercado de la agencia libre, perdieron a Evan Fournier, a quien consiguieron a mediados de la temporada pasada, rumbo de los New York Knicks.
Los Celtics sumaron a su plantilla a Kris Dunn y Josh Richardson con los traspasos que realizó, pero está claro que el proyecto sigue girando alrededor de Jayson Tatum y Jaylen Brown.
Aunque hay rumores sobre el interés de los Celtics en Bradley Beal, parece poco probable que la estrella de los Washington Wizards abandone el equipo, al menos en el corto plazo, tras los movimientos realizados por el equipo capitalino. Si bien se dice que el motivo de la pasividad del equipo de Boston en el mercado de agentes libres es guardar presupuesto para el verano de 2022, resulta inquietante.
New Orleans Pelicans
El primer movimiento del verano de los New Orleans Pelicans precedió al Draft de la NBA. Se dijo que el objetivo de los Pelicans, que enviaron a Eric Bledsoe y Steven Adams a Memphis a cambio de Jonas Valanciunas, era crear espacio salarial. Se esperaba que se movieran para fichar a Kyle Lowry, pero los planes de los Pelicans han ido por otro lado.
Lonzo Ball se marchó a los Chicago Bulls mediante un ‘sign-and-trade’ por el que recibieron a Tomas Satoransky y Garrett Temple, además de Devonte’ Graham procedente de otro traspaso.
En general, hubiera sido más lógico que los Pelicans, que no pudieron persuadir a Lowry, se quedaran con Lonzo Ball, que ya tiene buena química con Zion Williamson…
El último movimiento, al menos, ha sido confirmar la continuidad de Willy Hernangómez en Luisiana.
Dallas Mavericks
Los Dallas Mavericks volvieron a caer en primera ronda a manos de los Clippers, así que el verano era el momento para ponerse a trabajar en el crecimiento del equipo.
Uno de ellos fue Kyle Lowry, quien firmó finalmente con los Miami Heat, y el otro fue Richaun Holmes, quien extendió su contrato con los Sacramento Kings. Aunque los Mavericks renovaron a Tim Hardaway Jr. con un nuevo contrato por 4 años y 72 millones dólares, no pudieron hacer movimientos relevantes para mejorar la calidad de su equipo.
Los texanos enviaron a Josh Richardson a los Boston Celtics, y sumaron a Reggie Bullock a su plantilla con un contrato de 3 años y 30,5 millones de dólares. Si bien la incorporación de Bullock parece un buen movimiento para reemplazar a Richardson, no sería justo decir que el potencial de la plantilla de los Mavericks es mayor que el de la temporada pasada.
A no ser que Kristaps Porzingis muestre un verdadero progreso, no podemos esperar grandes cosas del equipo ahora entrenado por Jason Kidd.
Toronto Raptors
Una era ha llegado a su fin para los Toronto Raptors. Kyle Lowry, la figura más grande en la historia de la franquicia, ya no forma parte del equipo.
Estaba claro que Lowry no era una gran parte del futuro de los Raptors, que se ha estado reestructurando lentamente desde el comienzo de la temporada pasada. Sin embargo, es obvio que la salida de su líder histórico en asistencias, robos, triples-dobles y triples anotados es una gran pérdida.
Han circulado rumores de que su compañero Pascal Siakam podría ser traspasado como parte de los planes de reestructuración de Toronto después de la marcha de Lowry. Parece poco probable que volvamos a ver a los Raptors como un equipo competitivo, al menos a corto plazo, que poco a poco ha comenzado a formar su núcleo en los próximos años al elegir a Scottie Barnes en la cuarta posición del draft de la NBA.
Philadelphia 76ers
Habiendo completado la temporada 2020-21 como líder de la Conferencia Este, los Sixers se enfrentaron una vez más a la decepción en los playoffs, como en los últimos años. Philadelphia cayó 4-2 ante los Atlanta Hawks en el enfrentamiento de Semifinales de Conferencia, planteando grandes dudas.
El mayor de estos interrogantes es sobre el futuro de Ben Simmons, una de las estrellas del equipo. Parecía casi seguro que el australiano, foco de las críticas con su pasiva e ineficaz actuación en la serie Hawks, sería traspasado en el verano.
Sin embargo, hay un problema en este punto: el valor de Simmons en el mercado de trueque ha tocado fondo. El GM de los Sixers, Daryl Morey, exigió hasta cuatro primeras rondas del draft a los equipos con los que negoció, lo que provocó que las negociaciones se estancaran, al menos hasta ahora.
El hecho de que los Sixers, que no ha hecho una incorporación muy importante a su plantilla hasta ahora, entren en la próxima temporada con los mismo problemas genera muchos interrogantes.
Damian Lillard y los Portland Trail Blazers
Pese a la gran actuación de Damian Lillard, los Portland Trail Blazers no pudieron evitar ser eliminados por los Denver Nuggets en la primera ronda de los playoffs, pese a la ausencia de Jamal Murray en la eliminatoria.
Después de que la temporada terminara en decepción, Lillard expresó que pensaba que la directiva del equipo no había logrado construir una plantilla competitiva, lo que provocó rumores de traspaso. Más tarde, dio entender que no había tomado la decisión de dejar el equipo, pero que su paciencia estaba disminuyendo paulatinamente.
La solución que la dirección de los Blazers ha buscado para este problema hasta ahora no parece tener éxito. El primer movimiento del GM de los Blazers, Neil Olshey, fue poner el equipo en manos de Chauncey Billups, despidiendo a Terry Stotts. No sabemos cómo le irá a Billups como entrenador, pero el “no veo nada malo en nuestro equipo” de Olshey choca con los desesos y aspiraciones de Lillard.
El equipo de Portland no hizo movimientos en el mercado de la agencia libre. Al perder a Carmelo Anthony, los Blazers le otorgaron a Norman Powell un nuevo contrato de 90 millones millones y sumaron a Cody Zeller y Tony Snell a su plantilla. Está claro que estos movimientos no están en condiciones de impulsar el potencial de los Blazers y la lealtad de Lillard puede ser su única esperanza.