Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net
La carrera de Dusan Ivkovic está llena de premios y trofeos. Entrenador desde 1977, su ascenso a uno de los iconos del baloncesto europeo se fraguó sobre todo desde el banquillo de la selección yugoslava. Antes de ganar dos veces la Euroliga, Duda fue sinónimo de la excelencia de la selección yugoslava, que ganó el Eurobasket de 1989 y de 1991 y la Copa del Mundo FIBA 1990.
El triunfo de Yugoslavia en 1990 marcó el fin de la “regla amateur” en el baloncesto internacional. Fue el último gran torneo FIBA en el que los jugadores de la NBA no pudieron competir. La lista de convocados incluía, entre otros, a Drazen Petrovic, Toni Kukoc, Vlade Divac, Zarko Paspalj y, como base, el heredero de Ivkovic como el entrenador de baloncesto más dominante de Europa, Zeljko Obradovic.
Sin embargo, un año después, ese equipo fue víctima de la desintegración de Yugoslavia. El base esloveno Jure Zdovc fue polémicamente obligado a dejar el equipo sin previo aviso durante el Eurobasket de 1991, cuando le anunció a Ivkovic con lágrimas en los ojos que el gobierno esloveno, que había reclamado que el país era independiente de Yugoslavia el 25 de julio, le había ordenado abandonar la concentración.
Aún sin poder contar con jugadores de Eslovenia y Croacia, lo que incluía miembros del Salón de la Fama como Drazen Petrovic, Dino Radja y Toni Kukoc, Dusan Ivkovic siempre tuvo muy presente el posible enfrentamiento contra el Dream Team en los Juegos Olímpicos de 1992.
Ese partido podría haber sido el momento cumbre de la carrera de Dusan Ivkovic. “Si no fuera por la guerra, creo que hubiéramos ganado al Dream Team”, dijo recientemente en una de sus entrevistas con la televisión nacional griega. “Mientras otros jugadores se tomaban fotos con los estadounidenses como Jordan y el resto, trabajamos para ese partido, porque creo que les podríamos haber ganado ”.
Ese enfrentamiento casi sucedió en 1992, pero una vez más intervino la política. Mientras Dusan Ivkovic y la selección yugoslava ya estaban en el campo de entrenamiento, el 22 de julio de 1992, las Naciones Unidas decidieron que los deportistas de Yugoslavia podían participar a nivel individual pero no como equipo en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Ese fue el final de una era y sigue siendo uno de los mayores “qué pasaría si” en el baloncesto europeo.
La selección yugoslava volvió a la cima europea, ganando el Eurobasket 2005 de nuevo con Ivkovic :el equipo nacional finalmente cambió su nombre en 2003 a Serbia y Montenegro y a Serbia en 2006. Aún así, el dominio de la selección yugoslava de principios de los 90 no se pudo repetir y nada fue igual. Dusan Ivkovic fue el mejor ejemplo y la personificación de este legado. Y desde sus últimos días, se definió no solo como serbio sino también como yugoslavo.