Por Antigoni Zachari / info@eurohoops.net
El renovado formato de la EuroCup demostró ser un verdadero desafío para los grandes favoritos y una excelente oportunidad para que los tapados salgan a la luz. Los octavos de fina dejaron a los líderes del Grupo A, Joventut de Badalona (1º) y Partizan NIS de Belgrado (2º), con las manos vacías. Si observamos los emparejamientos de octavos sobre el papel, parecía prácticamente imposible que los dos equipos del Grupo A quedaran apeados de la lucha por el título, pero la influencia del Grupo B ha sido demasiado fuerte.
Desde el principio de la temporada, el panorama estaba bastante claro en el Grupo A. La Penya y el Partizan tenían una clara ventaja, mientras que el Slask Wroclaw y el Dolomiti Energia Trento parecían estar fuera de cualquier posibilidad de alcanzar los playoffs, lo que dejaba espacio respecto al resto de los equipos para tratar de posicionarse lo mejor posible en la clasificación. La suspensión del Lokomotiv Kuban llevó al Slask a la zona de playoffs sin apenas esfuerzo, una tarea para la que el equipo no parecía estar preparado. La historia demostraría que sólo dos equipos del Grupo A fueron capaces de resistir la presión.
Por otro lado, hasta las tres últimas jornadas de la temporada regular, no había ningún favorito claro en el Grupo B, además de que ningún equipo había sido aún eliminado matemáticamente. La gran racha de ocho victorias del Cedevita Olimpija Ljubljana agitó las aguas y no fue hasta la 18ª jornada de la temporada regular cuando se determinó la clasificación final (y los posteriores emparejamientos). Lo que parecía ser una temporada regular sin esfuerzo para los competidores del Grupo A fue una pelea de perros para los equipos del Grupo B.
Para ponerlo en perspectiva, los dos últimos equipos del Grupo A, Slask Wroclaw (8º) y Dolomiti Energia Trento (9º), acumularon un total de 4 victorias en la temporada regular (3 y 1, respectivamente). En comparación, el JL Bourg en Bresse (9º) acumuló 6 victorias y el Promitheas Patras ganó 4 partidos, un total de 10. Los números son aún más asombrosos si añadimos el tercer equipo de la parte de abajo de cada grupo. En este caso, Hamburg Towers, Slask y Trento sumaron un total de 10 victorias, mientras que ratiopharm Ulm, Bourg y Promitheas ganaron 17 partidos.
Con una competencia tan fuerte, los equipos del Grupo B no tuvieron más remedio que “endurecerse”. Un ejemplo claro -más allá de la sorpresa del Ulm en Badalona-, fue la explosiva victoria del Frutti Extra Bursaspor sobre el Partizan para pasar a la siguiente ronda. Hasta la última jornada de la temporada regular, el Bursaspor podría haber terminado en cualquier lugar entre el sexto y el octavo puesto tras su racha de cuatro victorias. Una derrota en la última jornada ante el Buducnost envió al Bursaspor al séptimo puesto, pero el impulso del equipo fue imposible de contener. Así lo demostró en Belgrado, donde el Partizan cedió a la presión y permitió al Bursa avanzar gracias a una heroicidad en la prórroga. Asimismo, el Ulm fue demasiado fuerte para el Joventut en la segunda parte. El conjunto catalán se derrumbó mientras que el equipo de Jaka Lakovic luchará por vivir un día más en la EuroCup.
Teniendo en cuenta estos resultados y los emparejamientos de los cuartos de final, sólo dos equipos del Grupo A han logrado pasar: el Boulogne Metropolitans 92 y el MoraBanc Andorra, pero las posibilidades de una fase de semifinales repleta de equipos del Grupo B es real. Mientras que el escenario de unas semifinales de “todo un grupo” podría haber parecido ciencia ficción hace unas semanas, ahora parece probable que ocurra con dos emparejamientos de cuartos de final de todo el Grupo B ya establecidos (Ulm contra Virtus Bolonia, Cedevita contra Bursaspor).
La experiencia juega un papel fundamental en este tipo de partidos a vida o muerta, pero la preparación y la capacidad de lucha son las claves del éxito. El Ulm y el Bursaspor han pasado por lo bueno y lo malo, sufriendo ambos altibajos a lo largo de la temporada regular, y esto ha jugado a su favor hasta ahora.
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