Por Panos Katsiroumbas/ info@eurohoops.net
La lupa se enfoca en todas las canchas europeas donde se disputan los partidos de la Euroliga y cada semana elegirá algunos de los partidos que habrán robado el espectáculo en la máxima competición europea para examinarlos a través de su lente baloncestista.
El objetivo es centrarse cada vez en una serie de encuentros y en aquellos aspectos que constituyen los principales factores y causas de su resultado final. Ha arrancado una de las más fascinantes y competitivas temporadas de la Euroliga nunca y hay muchas cosas para analizar. Vamos a agarrar la lupa y dirigirla a las canchas europeas.
“Atrapado” en Izmir
El Karsiyaka dio la sorpresa de la primera semana ante el Barcelona gracias a su excelente defensa. Los Jugadores de Sarica jugaron muy duro, se dejaron la piel en cada jugada y pusieron las cosas muy difíciles para el Barça. En la parte ofensivo, el Karsiyaka golpeaba sistemáticamente en el pick and roll, sea por la parte superior o por medio de un pick lateral. Iverson y Palacios tenían algunos muy buenos acabados, con Tomic teniendo grandes problemas en su defensa contra este estilo de juego. Además, los bases del Barcelona también tuvieron problemas con el pico and roll. Aparte de los problemas defensivos, los jugadores de Pascual tenían dificultades con la anotación. A pesar de que tenían pulso en ataque, con mucho movimiento y muchas pantallas lejos de la pelota, los lanzamientos se hicieron bajo presión e incluso los que eran abiertos, en su mayoría fueron fallados. El Barça sólo hizo 19 tiros desde el interior de la pintura y 6/29 tiros de tres, lo que demuestra tanto el rendimiento defensivo de los turcos, como el alto nivel de protección de su área de pintura. Una cosa que realmente le faltaba al Barcelona en este primer partido era la facilitación mediante los bloqueos y continuación y los pases adicionales de Tomic. Tomic también era bastante mediocre en la parte ofensiva, con sólo 5/1 tiros y ninguna asistencia. Los catalanes terminaron el primer cuarto con sólo 3 asistencias, mientras tenían 13 en total. Sin embargo, la mayoría de ellos fueron en el último cuarto, cuando el partido ya estaba decidido.
¡Un trío perimetral nuclear!
En un derbi clásico europeo, el CSKA dominó el partido por completo. El Maccabi era decepcionante en la defensa. Con un simple bloqueo los rusos creaban desequilibrios, abrían pasos, llegaban con facilidad hasta la canasta y pasaban a los jugadores libres para un gran número de tiros abiertos. Parece que el trío de los bases del CSKA ha empezado el año en un nivel muy alto. Jackson, De Colo y Teodosic anotaban, penetraban la defensa y creaban jugadas para sus compañeros de equipo con gran facilidad. En total, los tres tenían 44 de los 100 puntos y 13 de las 18 asistencias del equipo ruso. Para el Maccabi, varios jugadores importantes como Smith y Rochestie, que definen su juego, se encontraron en un mal día. A pesar de que el último anotó 14 puntos, falló la mayoría de sus tiros y su nivel de facilitación era bajo, con sólo 2 asistencias. La defensa del Maccabi era bastante pobre en todos los sentidos y los jugadores del perímetro del CSKA llegaban con facilidad hacia la pintura. Los rusos tenían 22/29 tiros en total desde el interior, con amenazas versátiles y una circulación cómoda del balón. El equipo de Goodes también tenía problemas en ataque. Sus colaboraciones eran escasas y la mayoría de sus puntos llegó gracias a los arrebatos individuales de los jugadores ofensivos de calidad que tiene.
¡Posesiones, Kuzminskas y los serbios!
Fue un buen partido. Básicamente, el resultado se puede atribuir a una y sola cosa: el número de posesiones. Los españoles tenían 11 rebotes ofensivos más y 6 errores menos. Estas dos estadísticas regalan 17 posesiones adicionales. A pesar de que el campeón alemán tenía un mejor porcentaje en sus tiros de dos y tres, perdió el partido con relativa facilidad. ¿Cuál es la otra razón por el dominio malagueño? – ¡La actuación de Mindaugas Kuzminskas! En 22 minutos, el lituano anotó 18 puntos, recogió 5 rebotes, repartió 3 asistencias e hizo 2 tapones. El Bamberg tenía algunos problemas con la defensa contra el bloqueo y continuación, ya que el Málaga castigaba todos los desajustes creados dentro de la pintura del Brose. Hendrix y Thomas hicieron un buen trabajo con sus pantallas contundentes en la pelota y sus terminaciones en la pintura. El Bamberg intentó regresar al partido con quintetos cortos s, con Melli como pívot y Zisis, Strelnieks y Wanamaker amenazando desde el perímetro. No obstante, no recibió mucha ayuda por parte de sus hombres altos. Olaseni e Idbihi fueron abatidos por completo tanto en defensa como en ataque. Nedovic era decisivo en el tercer cuarto, el punto en el juego cuando estalló Málaga. La lectura del juego de Markovic muestra que es un jugador de equipo en todos los sentidos. Sus 7 asistencias jugaron un papel importante en el resultado final.
¡Singleton resulta ser un comodín!
Muchas veces los partidos competitivos que se desarrollan de forma impredecible y se caracterizan por períodos de dominación por parte de ambos equipos se deciden por un solo emparejamiento. Esto es exactamente lo que sucedió en Krasnodar. El Lokomotiv y el Panathinaikos iban de cerca y nada estaba decidido hasta que Chris Singleton tomó el asunto en sus propias manos. ¿Por qué era tan importante el americano? Mientras que el equipo local trataba de contener a los ofensivamente carismáticos Miroslav Raduljica, Singleton decidió el resultado del partido en un par de minutos – se aprovechó de los pies lentos del serbio. Anotó cinco puntos seguidos, puso su firma, poniendo el marcador a 75-67, jugó dos buenas defensas contra Raduljica y obligó a Sasa Djordjevic lo sacara de la cancha. Otra canasta de Kyrylo Fesenko ascendió la ventaja a 10 (77-67) y ya se acabó el parido. Malcolm Delaney también fue decisivo durante todo el partido, anotando, facilitando y presionando el balón. En el último cuarto el Panathinaikos era débil y lo pagó (con un parcial de 18-9 para el equipo ruso), y como ocurre con todos los equipos que tienen su plantilla renovada, va a necesitar tiempo. Dimitris Diamantidis, por otro lado, sigue siendo duradero. Fue el mejor jugador de su equipo en la segunda mitad en un juego hito para él: él alcanzó las 253 apariciones, superando a otra leyenda griega de la Euroliga, Theodoros Papaloukas, y el único que aún sigue por delante es Juan Carlos Navarro, con 278.
Un dominio total
El Khimki, uno de los equipos con un gran talento ofensivo de la Euroliga, se enfrentó a un Real Madrid que está fuera de forma y se aprovechó a lo máximo, con un juego verdaderamente completo en todos los sentidos. El factor principal fue el nivel de energía. El equipo local tenía mucho más y lo que se tradujo en +11 posesiones. También recogió ocho rebotes ofensivos más y cometió tres errores menos. Si a eso se añade el hecho de que el equipo de Rimas Kurtinaitis era mejores en sus tiros de dos y tres puntos, los 84 puntos por parte de un equipo que abunda en talento, es algo natural. Otros dos factores contribuyeron a que el Khimki dominara sin ser amenazado por los campeones de Europa durante todo el partido. Uno de ellos era su defensa efectiva. El Khimki encajo 14, 18 y 17 en los tres primeros cuartos, contra un equipo con mucha clase y varias soluciones en ataque. Incluso los 21 puntos del último cuarto, cuando todo estaba decidido y el equipo local había bajado su ritmo, no son muchos. ¿Cuál es el segundo? El Khimki es conocido por sus bases talentosos, pero en este partido los que eran decisivos eran sus dos hombres altos. James Augustine dominó en la primera mitad, cuando el Khimki estableció una base sólida para su victoria, y Marko Todorovic se hizo cargo de allí en adelante. Los dos trabajaron juntos para un total de 25 puntos y 15 rebotes con 11/17 tiros frente a la línea frontal del Real que, en aquel momento, mostró algunas debilidades, en su mayoría numéricas. Por último, el Khimki tenía a 5 jugadores que anotaron diez o más puntos, mientras que el de Laso sólo a dos, Llull y Maciulis que anotaron muy temprano en el partido. Un dominio total por parte del campeón de la Eurocup contra el campeón de la Euroliga.