La base del Baskonia

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

Hay un equipo que tanto en la Liga Endesa como en Europa siempre ha sabido reinventarse y mantenerse competitivo a pesar de todas las circunstancias. Con el maestro Alfredo Salazar al mando, el Baskonia ha conseguido estar en la élite española y europea aun cambiando casi cada temporada la mayoría de los miembros de su plantilla, por los motivos que fueran. A pesar de contar con referencias en el juego interior, desde hace muchas temporadas que uno de los pilares de las plantillas se encuentra en la posición de base: todos con muchos puntos en sus manos, todos sin miedo a asumir responsabilidades, (casi) todos norteamericanos y todos responsables directos de los éxitos recientes del conjunto vitoriano.

En Eurohoops repasamos los jugadores que desde mediados de la década pasada han liderado desde la posición de uno los éxitos del Baskonia.

2014-15

En la temporada 2014-15, la primera en la que se inició la tendencia que sigue hasta el día de hoy, se apostó por hasta entonces dos desconocidos. Darius Adams y Mike James llegaron a Vitoria para iniciar sus carreras en la élite europea: el primero llegó a mitad de temporada del SLUC Nancy francés y el segundo del Kolossos Rodou BC griego, dos equipos modestos. Llegaron a un equipo con jugadores muy consolidados, como Toko Shengelia o Fabien Causeur, por lo que nunca fueron referencia ofensiva y la campaña no marchó nada bien. En Liga Endesa el equipo cayó eliminado en cuartos de final ante el Unicaja de Málaga mientras que en Euroliga no se superó el Top 16.

2015-16

Las cosas fueron muy distintas en la siguiente campaña. Ioannis Bourousis era la referencia total y absoluta de ese equipo, haciéndose grande con la ausencia por lesión de Toko Shengelia. Esa situación la aprovecharon perfectamente los dos bases estadounidenses para brillar en una de las temporadas más recordadas y especiales para la afición del Baskonia. El equipo cayó en semifinales de la Liga Endesa ante el Barça tras cuatro partidos, pero los éxitos llegarían en Europa. Tras un gran Top 16, los vitorianos eliminaron al Panathinaikos por 3-0 para meterse en la Final Four ocho años después. Pero a pesar de un gran Darius Adams, el equipo terminó con un cuarto puesto que supo a gloria.

2016-17

La salida de dos de los protagonistas principales de la temporada anterior fue compensada con la llegada de uno de los grandes de la Euroliga. Shane Larkin jugó su única campaña en España siendo amo y señor del Baskonia de la temporada 2016-17. No fue la mejor de las temporadas, más recordada por la presencia de Andrea Bargnani en el equipo que por los éxitos deportivos: eliminados en semifinales de la Liga Endesa por un 3-1 a favor del Valencia Basket y en cuartos de final por un 3-0 del CSKA en la Euroliga

2017-18

Esta podría ser una lista que repasa los grandes bases norteamericanos de los últimos años en el Baskonia, pero se ha colado un argentino. Un joven Luca Vildoza dio el salto definitivo al Baskonia y a pesar de empezar como tercer base por detrás de Marcelinho Huertas y Jayson Granger, se convirtió en un pilar del equipo al final de la campaña. El hoy jugador de Estrella Roja ya era propiedad del Baskonia en la temporada 2016-17, pero siguió jugando en su Argentina natal para seguir formándose. Si la temporada pasada el que mandaba era un base, en la 2017-18 la cosa iba de pívots: Tornike Shengelia, sin problemas físicos, y Vincent Poirier eran los líderes del equipo, un planteamiento que mejoró lo del año pasado pero sin llegar aún a los títulos. El equipo cayó en la final de la Liga Endesa ante el Real Madrid y quedó eliminado en cuartos de final de la Euroliga por el Fenerbahce.

2018-19

La película no cambió mucho en la siguiente temporada. Con el georgiano y el francés dominando los sistemas de Perasovic, Vildoza tenía que conformarse en ser opción secundaria en ataque. A pesar de esta situación, fue el segundo jugador con más minutos en Liga Endesa (desastre en la competición doméstica cayendo en cuartos de final ante el Zaragoza) por detrás de Shavon Shields y sus números en la Euroliga (eliminados por un 3-1 ante el CSKA en cuartos) prácticamente se doblaron con respecto la pasada temporada.

2019-20

Para finalizar la década, le llegaron refuerzos al argentino en la posición de base. Tras un gran año en el UNICS Kazán, Pierriá Henry dio el salto a la Euroliga con el Baskonia, que a mitad de temporada volvió a contar con Dusko Ivanovic para su tercera etapa en el banquillo azulgrana en sustitución de Perasovic. La apuesta por ambos salió a la perfección (obviando la mala temporada en la Euroliga con 12 victorias y 16 derrotas), ya que con ellos llegó el último gran éxito deportivo del equipo: el título de Liga Endesa logrado en la burbuja de Valencia por la COVID. A pesar de sus problemas físicos durante la campaña, Luca Vildoza volvió cuando más importaba para coronarse MVP de aquella fase final, anotando además la canasta de la victoria con una puerta atrás para el recuerdo.

2020-21

Tras ganar el título liguero, el capitán Toko Shengelia abandonó el equipo rumbo al CSKA. La pérdida del referente total y absoluto del equipo fue irremediablemente un antes y un después para el equipo, que volvió a quedarse fuera de los playoffs de la Euroliga (mejorando eso sí respecto la pasada campaña con un balance de 18-16) y naufragó en Liga Endesa, cayendo a las primeras de cambio en su misión de revalidar el título al perder en cuartos contra Valencia Basket, con la herida de la salida de Luca Vildoza rumbo a la NBA justo antes de los playoffs muy abierta. A pesar de lo convulsa (y decepcionante) que fue la temporada, ambos lograron firmar sus mejores números en ambas competiciones.

2021-22

Las garras de la NBA y de equipos con aspiraciones mayores castigaron al Baskonia. Luca Vildoza había iniciado ya su periplo por los Estados Unidos y Pierriá Henry se marchó al Fenerbahce, por lo que se optó por una estrategia similar a la vivida en la temporada 2016-17. El elegido para la tarea de reflotar el equipo fue Wade Baldwin IV, un jugador de incuestionable calidad pero con un carácter más que especial y una forma de jugar un tanto anárquica. La apuesta era arriesgada y a pesar de contar con buenos secundarios (Alec Peters, Simone Fontecchio, Rokas Giedraitis o la pareja interior Enoch-Costello), los resultados no llegaron: otra vez fuera de los ocho mejores en Europa y eliminados por la vía rápida en semifinales de la Liga Endesa.