Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
Filip Petrusev es un claro ejemplo de que siempre debes creer en ti mismo, aunque nada parezca ir como tú quieres. Sobre todo si tienes la suerte de encontrar al mentor adecuado que te impulse en la dirección correcta.
Mientras que a Dusko Ivanovic se le atribuye el enorme cambio de rumbo de la temporada del Estrella Roja, y con razón, pero también es un técnico al que le gustaba desarrollar el talento incluso al más alto nivel, y Petrusev parece ser el último beneficiado. Al fin y al cabo, el bueno de Dusko es todo trabajo. Sus entrenamientos son notoriamente exigentes, no le gusta tomar atajos y actualmente es el entrenador que mejor representa a la vieja escuela en la Euroliga, un obstinado estudiante montenegrino de las costumbres de la antigua Yugoslavia.
Sin embargo, esto no es malo en absoluto. Con Ivanovic, Luis Scola y Tiago Splitter se convirtieron en estrellas internacionales, primero llegando a la final de la Euroliga de 2005 en Moscú y después convirtiéndose después en iconos y leyendas del baloncesto internacional en Argentina y Brasil, triunfando hasta la NBA.
Petrusev, una promesa de la NBA con un potencial innegable, parecía perdido hasta hace poco. Había tenido su ración de éxito, pero a sus 22 años ya había dudas sobre si daría lo que se esperaba de él. Tras una temporada en el Anadolu Efes, donde sólo promedió nueve minutos de juego en 22 partidos de Euroliga, sin llegar a hacerse con un puesto fijo en la rotación del dos veces campeón de la Euroliga, Petrusev regresó a Serbia para jugar en el Estrella Roja. Pero el comienzo de la temporada no fue alentador ni para él ni para el equipo.
A pesar de algunos destellos de su talento, incluido un doble-doble (16 p. 12 r.) contra el Mónaco en la sexta jornada, Petrusev, una vez más, a pesar de disponer de más minutos, no marcaba la diferencia. El Zvezda empezó la temporada con un balance de 1-6 y se fichó a Dusko Ivanovic para enderezar el rumbo.
Nadie podía esperar lo que ocurrió después.
Con un balance de 10-9, el Estrella Roja es ahora un aspirante a los playoffs y Petrusev se ha convertido en uno de los mejores jugadores jóvenes de la liga, con una media de 25,7 puntos créditos de valoración en los últimos seis partidos, con 20,2 puntos anotados y 6,8 rebotes capturados por encuentro. Conseguir el MVP de la 17ª jornada fue la guinda del pastel.
No es la primera vez que es responsable de una enorme transformación de un jugador, y Splitter y Scola son buenos ejemplos. No hay más que ver la mejora de los números de esos jugadores entre su primera y su segunda temporada bajo las órdenes de Ivanovic.
Luis Scola
2000-01: 8,7 puntos – 4,4 rebotes – 54% TC – 7 valoración
2001-02: 15,9 puntos – 4,6 rebotes – 68% TC – 16,8 valoración
Tiago Splitter
2003-04: 4 puntos – 2,4 rebotes – 61% TC – 3,9 valoración
2004-05: 7 puntos – 4,5 rebotes – 54% TC – 7,6 valoración
Ivanovic prácticamente duplica la producción de sus jugadores y, si éstos están dispuestos a realizar un trabajo extra, él está ahí para ayudarles.
Basta con mirar los números de Petrusev esta temporada antes y después de Dusko
Filip Petrusev
Jornada 1-7, sin Dusko: 7,2 puntos – 5 rebotes – 50% TC – 9,5 valoración
Jornada 8-19, con Dusko: 12,9 puntos – 5 rebotes – 72,4% TC – 15,7 valoración
Teniendo en cuenta las impresionantes actuaciones de Petrusev en los últimos seis partidos, todo indica que la mejora al final de la temporada será aún más espectacular.
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