Por Panos Katsiroubas/ info@eurohoops.net
La lupa se enfoca en todas las canchas europeas de la Turkish Airlines Euroliga y cada semana elige algunos de los partidos que roban el espectáculo en la máxima competición europea.
Sobreviviendo en Esmirna
El Panathinaikos ateniense sobrevivió el contraataque del Pinar Karsiyaka Izmir en los minutos finales y consiguió una victoria a domicilio que les pone a los verdes con un pie en el Top 16. La primera mitad la dominó claramente el equipo visitante, que fue capaz de controlar el ritmo, producir algunas buenas posesiones y tiros abiertos y mantener una ventaja de unos 10 puntos que podría haber sido mayor si los jugadores de Aleksandar Djordjevic no hubieran cometido 13 pérdidas de balón. El Karsiyaka parecía totalmente confundido, con muchas decisiones malas en ataque, y el movimiento de la pelota que se basaba en el bote, no el pase. Los turcos eran bastante malos incluso en la transición. A pesar de que el equipo local hizo 10 robos de balón y cometió 9 pérdidas de balón menos, pero sus números eran horribles. Para ser precisos: 8/33 en tiros de campo con 1/11 desde la línea de tres puntos. Hasta aquel momento el Panathinaikos había metido 13/24 tiros.
Justo cuando el partido parecía estar inclinándose a favor del equipo griego, Ufuk Sarica miró lejos en su banco para encontrar a Can Altintig y Muhammed Baygul. Los dos ayudaron al Karsiyaka a extender su defensa con presión zonal y unas trampas de media cancha para robar balones y estancar el ataque del Panathinaikos. Aparte de su buena defensa, Altintig y Baygul también leyeron bien las jugadas ofensivas, anotaban tras unos cambios, llegaban a la canasta contra defensores más altos, creando canastas fáciles para Colton Iverson y Kerem Gonlum. Compartieron 20 puntos y 6 asistencias (mientras que habían tenido 30 y 8, respectivamente, en los seis partidos anteriores). Al final el Panathinaikos sobrevivió porque era capaz de meter unos tiros grandes, castigando las trampas y las jugadas de dos contra uno del conjunto otomano. James Feldeine, James Gist, Nick Calathes y Antonis Fotsis, todos acertaron en sus ‘tiros mortales’ de tres puntos después de pases adicionales a los huecos de la defensa, dando a su equipo la victoria.
Una noche de milagro en Belgrado
Una gran victoria para el Estrella Roja sobre el Real Madrid en otro partido que reveló los grandes problemas que tienen los campeones defensores con su desempeño defensivo. El Estrella respondió a todas las dificultades del partido y llevó a la superficie a unos jugadores jóvenes que contribuyeron sin ningún signo de miedo o estrés. Al principio fue Stefan Jovic que hizo la diferencia no sólo castigando la incapacidad de los bases del Madrid para romper las pantallas, sino también a los grandes hombres que no podían jugar buena defensa de cambios. El pasillo de los visitantes estaba completamente abierto, ya que la defensa en el poste no funcionaba por lo que había muchos botes por parte del Estrella. Los jugadores de Dejan Radonjic anotaron 24 de sus 34 tiros dentro de la pintura, un hecho que demuestra la tremenda facilidad con la que el balón llegaba en el interior de la defensa del Madrid. Quincy Miller tomó el relevo de Jovic en cuanto a la anotación. Fue increíble en ambos extremos de la cancha, jugando con mucha energía, anotando unos tiros grandes y proporcionando soluciones durante un largo plazo, con la defensa del Madrid siendo incapaz de pararlo.
El único momento en el que el equipo de Pablo Laso encontró su ritmo fue hacia el final de la primera mitad y el inicio del tercer cuarto. Era aquel momento cuando pudo correr, hacer algunas paradas defensivas y hacer un parcial de 8-30 para liderar 50-60. Los blancos leían bien el partido, llevaban el balón a Gustavo Ayón, cuyo trabajo en el interior era atraer la defensa del rival y hacer que el ala-pívot del equipo, Trey Thompkins, golpeara desde el perímetro. A partir de ese punto en adelante, sin embargo, el equipo español no pudo producir ni una sola buena defensa, a pesar de que Jovic y Miller tuvieron problemas con personales. Los jóvenes Nikola Rebic y Marko Guduric se convirtieron en los líderes de su equipo y en el último cuarto exterminaron a sus rivales. Ellos ponían buenas pantallas lejos de la pelota y el manteniendo el spacing apropiado para liderar a Vladimir Stimac y Maik Zirbes con pases que resultaron en una canasta tras otra. El pívot alemán era invencible y anotó 15 de sus 26 puntos en el último cuarto. Tras siete partidos el Madrid es colista del grupo y está en peligro de ser eliminado antes de llegar al Top 16, algo que nunca ha ocurrido este siglo a un campeón de la Euroliga.
El Brose Baskets Bamberg llega al Top 16
El Bamberg se llevó otra gran victoria contra a un desviado decepcionantemente Darussafaka Dogus Estambul. La escuadra de Andrea Trinchieri era claramente el mejor equipo en la cancha y aunque anotó menos que en sus partidos anteriores, la mayoría de sus ataques eran bien estructurados, con buen spacing, buena circulación de balón y tiros bajo buenas circunstancias. Por desgracia, fallaron muchos de sus tiros y el Bamberg tenía 14 menos puntos que su promedio en lo que va del año – 79. No obstante, esta vez la victoria del Bamberg llegó principalmente a través de la defensa, y en particular tras forzar a su rival a circular y disparar mal bajo circunstancias difíciles. En general, a pesar de la ayuda de los refuerzos recientes (Scottie Wilbekin y Furkan Aldemir), el Darussafaka tuvo problemas en términos de cohesión, circulación y toma de decisiones. Wilbekin estaba irreconocible: no podía crear para sus compañeros de equipo y tomó tiros forzados.
El resto de los jugadores del Darussafaka no tenía mejor suerte. El equipo local hizo apenas 13 de 43 lanzamientos de dos puntos, o 30%, en comparación con más de 51% de la semana pasada. No eran mucho mejor por detrás de la línea de tres – 3/17, o un 17%; esta cifra rozaba el 30% antes de la llegada del Bamberg. Con tal acierto, el Darussafaka no podía esperar mucho, y si Bamberg no hubiera tenido esos apagones en ataque, podría haber ganado aún más cómodamente. Si obtiene sus victorias mediante su ataque o defensa, el Bamberg ya cuenta con cinco victorias en los últimos seis partidos, y, con tres partidos restantes, podría luchar incluso por la primera plaza del Grupo D.
Olympiacos de El Pireo: Se especializa en bajar los promedios del rival
El jueves se enfrentaron los dos primeros equipos del grupo en un partido feo, que estuvo marcado por numerosos errores y malos tiros. El equipo local consiguió la victoria a pesar de las bajas de Patric Young, Georgios Printezis, Matt Lojeski y Nikola Milutinov. A 7 minutos del final los rojiblancos perdieron a Vasilis Spanoulis, que abandonó la cancha con un esguince de tobillo. Otra vez el arma del Olympiacos fue la defensa. La presión se inició a media cancha, como los hedge-outs de sus hombres altos eran muy agresivos y, esencialmente, no permitían al Laboral mover el balón. Es llamativo que el equipo de Velimir Perasovic sólo anotó 6 puntos en el primer cuarto, con sólo ¡2 tiros de campo y 11 pérdidas de balón! Un vistazo a la estadística basta para darse cuenta de la defensa total que jugó el Olympiacos. Los helenos mantuvieron a los vitorianos a 37 puntos por debajo de su promedio de 89 en lo que va de la Euroliga. El Laboral también repartió 10 asistencias, 6 menos que su promedio (16) y cometió casi el doble de pérdidas de balón, 23 en total (un promedio de 12).
Perasovic trató de golpear dentro de la pintura con Ioannis Bourousis, pero, sobre todo en los últimos minutos con constantes jugadas de dos contra una, la defensa cerró todos los pasillos hacia la canasta. También era muy eficaz la defensa a lo largo del perímetro, con cambios continuos en las pantallas que limitaron al Laboral a 3/14 tiros de tres. Los visitantes hicieron lo esencial en ataque. Circularon bien el balón, en muchos casos, pero no pudieron terminar de forma apropiada. En general, fue un partido en el que ambos equipos tiraron con su peor porcentaje hasta el momento. El Olympiacos ganó porque era más coherente, algo que era evidente en varias jugadas ofensivas. Además, los griegos tenían la suerte de anotar dos triplazos a manos de Evangelos Mantzaris y Ioannis Athinaiou a dos minutos del final. Con esta victoria el equipo griego se convierte en uno de los favoritos para terminar primero de su grupo.
¡Vivo y más productivo sin su máximo anotador!
Un gran partido se disputó en el Grupo A, con el EA7 Emporio Armani Milán consiguiendo una victoria inesperada contra el Anadolu Efes Estambul. Inesperada porque el equipo local jugó sin Alessandro Gentile, que había promediado 20 puntos y 4 asistencias en los primeros seis partidos, pero también sin Milan Macvan, que se lesionó en medio de cinco derrotas consecutivas del equipo. A pesar de sus problemas, el equipo de Jasmin Repesa hizo un gran partido sobre todo en ataque y se mantuvo vivo en busca de un billete para el Top 16. En ausencia de Gentile, la organización y la creación las llevaron Krunoslav Simon y Andrea Cinciarini. Los dos orquestaron con maestría la parte ofensiva, distribuían la pelota, buscando un lugar donde había desajustes, sobre todo dentro de la pintura, y extendían el ataque. El equipo de Jasmin Repesa era menos predecible y más funcional. Los dos se juntaron para producir 10 asistencias, algunos de los cuales eran también bastante impresionantes. Ambos jugaban con el sentido común, a través de un buen trabajo en equipo castigando todos los errores de la defensa del rival. Algo que nadie hubiera esperado es que los ganadores anotaran 88 puntos, superando por 16 su promedio, ¡sin el máximo anotador de la Euroliga en la cancha! Los italianos repartieron 6 asistencias más en comparación con sus partidos anteriores. Un catalizador en términos de ejecución era Jamel McLean, quien tuvo una magnífica actuación, destruyendo, principalmente, a los aleros del Efes.
Él anotó 26 puntos con un solo tiro fallado, recordándonos una de sus apariciones de la temporada pasada con el ALBA de Berlín. Tomó el máximo provecho de la diferencia en la fuerza contra Derrick Brown y Dario Saric, mientras que también anotó varias canastas tras los cambios del Efes y unas rotaciones lentas. Por otro partido la defensa de los de Ivkovic era su talón de Aquiles algo que debería preocupar al entrenador serbio. En ataque, tras la salida del base Thomas Heurtel que en la segunda mitad dejó la cancha debido a una lesión, el Efes perdió su capacidad para leer el juego. Los visitantes no aprovecharon sus aspectos fuertes y tampoco tomaron buenas decisiones en las posesiones cruciales. Un juego típico ocurrió a los 30 segundos del final, cuando la pelota terminó en el perímetro con Brown. Tenía un pase extra abierto a Jon Diebler que estaba en las alas, un pase que no vio, tomando la decisión de pasar a Saric que estaba marcado y que cometió un error, dando la victoria al equipo italiano. Fue una actuación sorpresa para el Milán en un grupo en el que todo aún está por decidir, en cuanto a la clasificación, y en el que va ser una gran pelea hasta el final.