Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net
Desde 2011, Jordan Clarkson emergió como la gran esperanza filipina. En un país loco por el baloncesto y desesperado por encontrar héroes, el escolta de la NBA fue un regalo de Dios para el país del sud-este asiático..
Incluso si según las reglas de la FIBA se le considera “naturalizado”, tiene la oportunidad de disfrutar de su herencia, en el país de sus antepasados, mientras demuestra su calidad ante la mayor audiencia mundial, algo que para él será tan fácil como comerse un helado.
🇵🇭 ¿Podrán Jordan Clarkson y una de las anfitrionas como Filipinas dar la sorpresa?
🏀 ¡Esta semana empieza lo más esperado de este verano!#NothingElseMatters #WinForAll #FIBAWC pic.twitter.com/X2N0HqhIJp
— EurohoopsES (@EurohoopsES) August 21, 2023
Fue un largo camino que comenzó en 2011, cuando aún estaba en la universidad. Sin embargo, las cosas empezaron a materializarse en 2015 cuando jugaba para Los Angeles Lakers. Filipinas lo quería en su plantilla como jugador nativo y no como jugador naturalizado, y el largo proceso para utilizarlo finalmente dio sus frutos en 2018, cuando obtuvo una excepción única y jugó en los Juegos Asiáticos con los Gilas.
Con Clarkson a bordo, los Gilas vencieron a Japón y Siria, lo que le valió a Filipinas el quinto puesto, su mejor resultado en 16 años.
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Era obvio que el equipo lo necesitaba y finalmente, el 9 de agosto de 2022, la federación de baloncesto de Filipinas anunció que lo aceptaban como jugador naturalizado para la cuarta ventana de las eliminatorias asiáticas para el Mundial 2023 y futuros torneos FIBA.
Sin embargo, este no fue el final del camino, sino prácticamente el comienzo de un nuevo capítulo. Contra Angola, Italia y República Dominicana, los anfitriones de la Copa Mundial FIBA necesitan dos victorias para clasificarse para la siguiente ronda, o si consiguen la diferencia de puntos adecuada y un poco de suerte, incluso una podría terminar siendo suficiente.
Y gran parte de las esperanzas de toda una nación están en manos de Clarkson.
Un anotador talentoso en todos los niveles, ha demostrado una y otra vez que puede cumplir, anotando casi 30 puntos en la mayoría de los partidos en los que apareció con los Gilas. Y si logra llevarlos a la segunda ronda, sabrá incluso mejor que un helado.