Por Panos Katsiroubas/ info@eurohoops.net
La lupa se enfoca en todas las canchas europeas de la Turkish Airlines Euroliga y cada semana elige algunos de los partidos que roban el espectáculo en la máxima competición europea.
Nunca se debe subestimar el corazón de un campeón
El Real Madrid demostró que, a pesar de sus malas actuaciones y su mal desempeño defensivo en los partidos anteriores, tiene la calidad para ganar los partidos a vida o muerte. Todo se decidió en el tercer cuarto, con los de Pablo Laso jugando muy bien y poniendo un parcial de 13-29. En la primera mitad el duelo era muy igualado, con el Bayern golpear la defensa de cambios del Madrid y, especialmente, los pies de Gustavo Ayon. K.C. Ríos ejecutaba tras cambios y también muchas canastas tras jugadas totalmente individuales. Aunque el pívot mexicano del Madrid tenía algunos problemas en defensa, era un catalizador en ataque, hasta tal punto que les permitió a los visitantes jugar un baloncesto total y dominante. Los blancos comenzaron el tercer cuarto jugando una excelente defensa, sin permitiendo canastas fáciles al Bayern, robando pelotas y ensartados puntos en transición.
Los Dioscuros del equipo (Sergio Llull y Sergio Rodríguez) organizaban con maestría el juego de los madridistas. Gracias a ellos el Madrid organizó un tirón de 2-21 que convirtió el marcador de la primera mitad (38-36) en 40-57 tras 6 minutos en el tercer cuarto. En general, el trío de Rodríguez, Llull y Ayón causó destrozos ya que todos creaban y ejecutaban. Ayón también se convirtió en una fuerza en defensa, bloqueando casi todos los intentos del equipo local de penetrar la pintura. Ayón terminó el partido con 22 puntos, 9 rebotes, 6 robos, 4 asistencias y 3 tapones y 41 de valoración en lo que fue su mejor actuación en la Euroliga. Llull y Rodríguez juntos sumaron 27 puntos y 15 asistencias en uno de sus mejores partidos de lo que va de la temporada. El Madrid se ha acercado a la clasificación, mientras que la semana que viene el Bayern viaja a Belgrado para jugar una final contra el Estrella Roja de Belgrado Telekom.
El triunfo del Anadolu Efes le permite soñar con las dos primeras plazas
En un derbi por el segundo lugar del grupo B, el Anadolu Efes logró prevalecer sobre el Baskonia, sino también llevarse el basket average en caso de un empate. En general, fue un partido muy abierto, con ambas ofensivas siendo el elemento más destacado. Al final, el Efes prevaleció porque, ante todo, el equipo local se aferró a los principios de su juego, en comparación con el juego instintivo de los de Velimir Perasovic. Además, Thomas Heurtel hizo una gran noche en la ofensiva. El partido comenzó con el Laboral creando grandes problemas gracias a las virtudes individuales de sus jugadores, pero también con un muy buen juego en transición. Tras recoger rebotes defensivos, los visitantes mostraron su disposición de amenazar rápidamente la canasta del Efes y hacer lo funcionar gracias al talento de los jugadores perimetrales. Darius Adams fue impresionante, anotando de todas las maneras posibles, no sólo con sencillas pantallas sobre la pelota, sino también en la transición. Tornike Shengelia creó problemas a ambos ala-pívots del equipo otomano, permitiéndole al Laboral estar arriba con 8-10 puntos. La presencia del joven Ahmet Duverioglu dio impulso al ataque del Efes, con el pívot turco anotando 8 puntos rápidos, casi todos tras bloqueo y continuación.
El equipo local apretó su defensa durante los primeros 8 minutos de la segunda mitad, por lo que pudo contener, más o menos, el acierto del Laboral desde el perímetro, puesto que los visitantes habían arrancado el partido con 8-9 triples. Darío Saric tomó la iniciativa ofensiva, proporcionando soluciones para su equipo con jugadas de pop-out, ayudándole a estar por delante en el marcador en el tercer cuarto. De allí en adelante, se notaba que el Efes jugaba más como equipo, leyendo mejor el juego del Laboral, que se basaba en el acierto desde el perímetro (14-27 tiros hechos desde afuera). Al final, Thomas Heurtel, que es aún más eficiente cuando juega con Jayson Granger, decidió el partido. Pasaba sorprendentemente bien tras los bloqueos sobre el balón y en los huecos creados por los giros, anotando con frecuencia y terminando el partido con 25 puntos, 9 asistencias y sólo 2 tiros fallados. Para el Efes era más un esfuerzo colectivo: 21 asistencias y 33 lanzamientos acertados, mientras que el Laboral sólo repartió 14 asistencias para el mismo número de lanzamientos acertados. Esto explica la mejor lectura del juego del Efes que resultó en 54 puntos anotados en la segunda mitad.