Por Alex Molina / info@eurohoops.net
Una de las principales novedades del Barça 2024-25 está en el banquillo. Joan Peñarroya tomó el relevo de Roger Grimau, por lo que todos los ojos del Palau estarán puestos sobre él… y el técnico de Terrassa está más que preparado para ello. Hablando con Eurohoops, el entrenador catalán repasó los objetivos del club, las dificultades añadidas de la temporada y cómo gestionaría él una tensión interna con un jugador.
EH: El equipo no se llevó la Supercopa Endesa, cayó en semifinales contra el Real Madrid. ¿Pero está contento con lo que vio en Murcia?
JP: No me voy contento por el resultado. Creo que, evidentemente, el equipo va a dar mucho más de sí. Pero estoy contento de cosas que vimos en ese partido, tuvimos la capacidad, algo muy importante y que creo que es bueno alimentar, de ir detrás en el marcador y no descomponernos, seguir creyendo para llegar a falta de 50 segundos con el marcador empatado, un rebote que se nos escapa… Dos jugadas en las que ellos están más acertados que nosotros. Viendo que tenemos equipo para competir delante de cualquiera.
EH: El título al final se lo llevó el Unicaja, ¿fue una sorpresa?
JP: Ahora es ventajista, pero para mí el favorito era el Unicaja por algo muy sencillo. Mismo bloque que el año pasado, en la final solo había Tillie como incorporación. Equipo muy duro, que lleva dos o tres semanas entrenando antes que Madrid o nosotros porque prepararon la Intercontinental, por lo que ahí tiene una ventaja adquirida entre comillas importante. Unicaja va a ser un rival a batir en la competición doméstica sin ningún tipo de duda, igual que estoy convencido de que el Valencia va a ser un equipo muy duro porque tienen grandes plantillas, grandes entrenadores y no jugar Euroliga les va a dar una ventaja para estar más focalizados en la Liga Endesa.
EH: Acaba de mencionar dos equipos que tiene toda la pinta que serán potentes en la liga nacional. ¿Cree usted que la clase media, entre comillas, está subiendo en la Liga Endesa?
JP: Sin duda. Creo que nuestra competición como la Euroliga son dos competiciones que este año van a tener todavía mejor nivel. A día de hoy, más o menos puedes pensar que 8 equipos pueden aspirar al playoff pero seguro que hay 12/13 que van a luchar por estar en ese playoff.
EH: Por mucho que haya muchos aspirantes y cada vez más, el Barça sigue siendo uno de los aspirantes, con la “obligación” de ganarla. Usted ha tocado la gloria continental dos veces, no es su debut en Euroliga pero sí que quizás es la primera vez que se pone a cargo de un banquillo cuya aspiración es ganar la Euroliga. ¿Cómo se siente esa presión?
JP: En el momento en que firmo por el Barça yo sé dónde vengo. Sé cuáles son las necesidades y la realidad de un club como este: luchar por todos los títulos que juega. Pero estamos en septiembre, mal haría yo en pensar que hay que ganar x título en febrero, mayo o junio. Momento de construir, tenemos muy buenos jugadores. Hay que hacer equipo, que algunos jugadores que no han jugado en Europa se adapten lo antes posible a este nuevo escenario, nuevo entrenador con filosofía más o menos parecida pero con cosas diferentes a lo que han tenido los 5 nuevos y los que ya estaban aquí. Momento de construir con el convencimiento de que si hacemos las cosas bien y tenemos esa capacidad de crecer el equipo va a luchar por los títulos.
EH: Además de la presión que tiene un banquillo como el Barça, el hecho de llegar tras una temporada convulsa te pone más presión a nivel personal?
JP: No, porque si el partido del domingo, como aquel que dice, ya es historia, imagínate la temporada pasada. Centrados en lo que toca ahora, el equipo actual, con ganas de estar en el Palau con esta gente y con la ambición máxima que están transmitiendo los jugadores de hacer grandes cosas.
EH: Recientemente hubo polémica con unas palabras de Pablo Laso valorando el episodio entre Roger Grimau y Willy Hernangómez. ¿Cómo encararía Joan Peñarroya un episodio así?
JP: El episodio, más real o menos real, sea el que sea, es una situación entre un entrenador y un jugador como hay mil situaciones. A partir de ahí, lo único que puedo decir es que llevo 4 o 5 semanas trabajando con Willy y su comportamiento, su comportamiento, su entrega, su ilusión por el proyecto están siendo fantásticos. A partir de aquí, lo otro para mí no tiene mucha importancia.