Por John Rammas/ irammas@eurohoops.net
Ya sea en formato de una serie al mejor de tres (2005-08) o cinco partidos (2009-hoy), un partido de playoffs puede convertirse en el evento más recordado de toda una temporada. Y cuando un partido se decide por el último tiro, esta rebosado de magia. Eurohoops ha seleccionado cinco momentos mágicos que han tenido lugar a lo largo de los playoffs.
Comencemos la cuenta atrás: 3, 2, 1 …
Haciendo historia
El resultado de su serie iba a enviar a un equipo español a la Final Four de 2007. ¿Pero cuál de los dos? ¿Al Unicaja Málaga o al FC Barcelona Lassa? Con los dos equipos empatados tras los primeros dos partidos de la serie (91-75, 80-58), Málaga fue la última parada antes de Atenas. El balón parecía pesar más esta vez en comparación con los partidos anteriores; el marcador en el José María Martín Carpena fue bajo y, con el paso del tiempo, parecía que la victoria y la clasificación se iban a decidir por un detalle, un solo tiro. ¡Bingo! Llegó de Pepe Sánchez.
El triple del base argentino desde el lado izquierdo a falta de 7.7 segundos para el final (65-62) no dejó tiempo al Barcelona para reaccionar, con el Unicaja haciendo historia con una victoria por 67 a 64 para llevarse la serie por 2-1. Ese fue la primera y única, hasta la fecha, aparición del Unicaja en una Final Four.
Una… primera vez
El Universal Sports Hall CSKA siempre fue inhóspito para la mayoría de los rivales de CSKA Moscú y ni siquiera una ventaja de dobles dígitos podría garantizar una victoria salvo el Olympiacos de El Pireo en el primer asalto de los playoffs de 2008.
El Olympiacos estaba arriba con 8 tantos antes de que el CSKA empatara a 74-74 el partido. Con 15.1 segundos para el final del tiempo reglamentario, Lynn Greer pisó fuerte. La falta de Nikos Zisis paró el ataque del Olympiacos con 7,3 segundos para el final, pero después de eso, no pudo parar al base estadounidense, que encestó la canasta ganadora sobre la bocina desde lo más alto de la pintura para dar a los griegos la victoria por 74-76 y el 0-1 en la serie. Esa fue la primera y única derrota casera del CSKA en los playoffs hasta la fecha.
A la segunda llega el encanto
La ventaja de campo siempre es de suma importancia en la lucha por la Final Four, y el Caja Laboral la tenía en 2011. El Maccabi Tel Aviv no, pero tenía hambre. Según se desarrollaba el partido 2 en el Fernando Buesa Arena todo parecía ideal para que el equipo israelí hiciera justamente eso y Jeremy Pargo era el que se encargó de llevar al equipo macabeo a la tierra de Promisión.
Después de un rebote defensivo a falta de 19 segundos para el final, Pargo llevó el balón a la cancha, hizo un ‘crossover’ desde el lado derecho para liberarse y metió un tiro en suspensión para darles a los suyos una ventaja de dos puntos (81-83) con 1.3 segundos por jugar. Esa fue la primera de las tres victorias de Maccabi camino de la Final Four de Barcelona.
Un último baile
La mayoría de las batallas entre los dos han hecho historia, y en 2013 llegó el momento de que el Barcelona y el Panathinaikos Atenas agregaran una más a la lista.
Los verdiblancos perdieron una gran oportunidad en el primer asalto de la serie (72-70 en el tiempo extra), pero tenían otra en el segundo. Dos días después fue su turno de celebrar en el Palau Blaugrana. Con el marcador a 65-63 y 19.6 segundos en el reloj, Dimitris Diamantidis recibió el balón tras un saque de bando; tras un cambio se quedó cara a cara con Nathan Jawai y todo era una cuestión de tiempo. Diamantidis metió el triple que puso el marcador a 65-66 con 8.4 segundos por jugar para igualar a 1-1 la serie.
Déjà vu
El tiro no fue metido en la final como en 2012 y no le dio el trofeo a ninguno de los dos, pero se celebró a lo grande. No podía ser de otra manera, ya que se trata de un triplazo ante los ojos de la afición rojiblanca en un abarrotado SEF que les dio la clasificación a los griegos para la Final Four de Madrid. El Barça jugaba muy duro y estaba cerca de llevar la serie de vuelta al Palau, pero Georgios Príntezis no quería para nada volver a Barcelona y lo dejó muy claro.
Con 1 de 2 tiros libres a falta de 5,2 segundos para el final (68-68), Juan Carlos Navarro les quitó a todos el nerviosismo de un último tiro que podría dejar a los helenos con las manos vacías ya que perderían en el tiempo reglamentario. Evangelios Mántzaris pasó el balón a Vasilis Spanoulis, Spanoulis a Kostas Sloukas, Sloukas encontró a Príntezis, y Príntezis envió el balón a la canasta de Barcelona para ganar el partido por 71 a 68 y darles a los suyos el billete para la Final Four 2015.
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