Por Panos Katsiroumpas/ info@eurohoops.net
Hemos llegado ya a la séptima jornada del Top 16 y la columna de la lupa se enfoca, primero, en la gran victoria del Olympiacos en casa del Nizhny.
Los rojiblancos entraron en el partido con una clara intención de hacerle la vida difícil a la gran estrella del conjunto local, Taylor Rochestie. Desde el inicio del partido el equipo griego adaptó su defensa de tal manera que no permitía que se hicieran pases al base estadounidense jugando al over play casi por toda la media cancha. Cuando cogía el balón en sus manos fue de inmediatamente atrapado con hedge outs ofensivos. Es característico que muchas veces se vio obligado a jugar el aclarado porque lo tenía complicadísimo crear ocasiones. Este tipo de defensa tenía su coste para el Olympiacos con el lado débil llamativamente vacío, especialmente en el primer tiempo, lo que dio la oportunidad a los rusos de crear ocasiones y acertar en muchos tiros desde ese punto.
Sin embargo, el mayor problema fue la defensa en el poste. Tal vez el Olympiacos logró disminuir la creación de Rochestie pero los demás jugadores que hacían las jugadas para el equipo ruso encontraban con gran facilidad a Parakhouski que finalizaba las ocasiones o con un pick and roll o un juego en el poste. Las posiciones en las que se hallaba cada vez que recibía el balón eran ejemplares y los pívots del Olympiacos no podían empujarle de la pintura. Incluso Kavvadas entró en la pista para este propósito.
Por otro lado, el Nizhny trató de parar el juego de dos contra dos del Olympiacos especialmente con pick and rolls centrales. Afrontaban a Spanoulis con cambios obligándolo a tomar tiros difíciles en medio de la circulación, y, al mismo tiempo, sus ala-pívots enviaban ayudas al pívot del Olympiacos que entraba en la pintura. Spanoulis terminó la primera mitad con 0 puntos, pero cinco asistencias.
Este tipo de defensa presentaba sus riesgos para los rusos que les concedieron a los ala-pívots del equipo de El Pireo unos tiros libros y lo pagaron caro. Príntezis y Petway anotaron juntos 32 puntos, casi la mitad de ellos a través de tiros libres desde el perímetro. Printezis era una amenaza constante del Olympiacos bajo el aro con un buen juego en el poste. Los helenos tenían enormes problemas en defensa especialmente al comienzo del tercero cuarto cuando Dunston estaba en la cancha. No sólo sus giros eran muy lentos sino que le dejó a Parakhouski anotar muchas canastas fáciles.
El PUNTO CLAVE
El punto clave del partido fue la manera con la que se defendió el Olympiacos en el último cuarto. Básicamente, los rojiblancos del Pireo decidieron para sí mismos que si iban a perder el juego no sería por Rochestie. En los últimos seis minutos la defensa del Olympiacos, liderada por Mantzaris, paralizó a Rochestie con un over play asfixiante y la negación del pase para que se quedara fuera de los ataques.
Es característico que en los últimos seis minutos el base estadounidense tomó varias veces el balón, pero no pudo aprovecharse de ninguna ocasión para hacer una jugada el mismo. Este truco táctico dejó fuera del partido a Parakhouski que no podía ser alimentado. Los rusos se quedaron con los juegos en aclarado de Kinsey y Thompkins que no estaban en su mejor día y con Khvostov que es el creador y anotador menos talentoso.
En ataque el Olympiacos sacó provecho de la fatiga de Parakhouski y lo apuntó en los cambios anotando así unas grandes canastas. Gran victoria de los rojiblancos contra un equipo que les complicó muchísimo la vida.