Por Antigoni Zachari / info@eurohoops.net
Tras el anuncio del retiro del gran Manu Ginóbili, Eurohoops recuerda algunos de sus momentos más memorables que definieron el deporte, y no le valieron más que elogios.
El argentino, de 41 años, deja un gran legado a las generaciones más jóvenes. Ginóbili llevó a Kinder al título de la Euroliga 2000-01 y un año después se marchó a la NBA y los San Antonio con los que jugó hasta el final de su carrera, ganando cuatro anillos en 2003, 2005, 2007 y 2014. También llevó a Argentina a una histórica medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, Grecia.
Eso le permitió a Ginóbili ser uno de los únicos dos jugadores en ganar la NBA, la Euroliga y una medalla de oro olímpica. Bill Bradley – New York 1970, 1973, Olimpia Milano 1966, Tokio 1964 – es el otro jugador en alcanzar tal logro. Ginóbili también ganó una medalla de plata con Argentina en el Mundobasket 2002, un bronce en los Juegos Olímpicos de 2008, así como las respectivas medallas de oro en el campeonato FIBA Américas 2001 y 2011, y el FIBA Diamond Ball 2008. En cuanto a los premios individuales, Ginóbili fue elegido para el tercer equipo All-NBA en 2008 y 2011, convirtiéndose en el sexto mejor jugador de la liga en 2008.
Aquí están los cinco momentos decisivos para su carrera y el baloncesto mundial.
2001 – Ginóbili ganó la Euroliga con el Kinder Bologna, en la final contra el Tau Cerámica (ahora KIROLBET Baskonia). Fue la primera final de la era moderna de la Euroliga. También fue proclamado MVP del partido con 16 puntos y 6 asistencias.
2004 – Unos años después, Argentina ganó a Italia en el partido por la medalla de oro, habiendo eliminado a Serbia en los últimos segundos de la semifinal del torneo olímpico de baloncesto en Atenas, todo gracias al carismático Ginóbili. Fue una “revancha” por la final perdida del Mundobasket 2002 y un logro histórico para la “generación dorada” de Argentina. Manu metió 27 puntos.
2005 – Ginóbili se convirtió en un ‘All-Star’ de la NBA por primera vez en su carrera y lo aprovechó al máximo…