Por Panos Katsiroumpas / info@eurohoops.net
La lupa analiza el gran partido de Moscú entre el CSKA y Olympiacos, que también afecta al Fenerbahce. Ha sido un partido muy duro que nos prepara para los playoffs. El CSKA derrotó al Olympiacos después de una gran batalla con el Olympiacos jugando bien a pesar de sus grandes ausencias.
Si buscamos el factor que más influyó en el resultado final este la gran diferencia de los torsos. El CSKA prefiere jugar a ese estilo tratando de ganar los partidos aprovechándose de la grandeza física de sus jugadores y eso fue lo que intentó hacer desde el arranque del encuentro.
Con un quinteto muy alto, con Weems y Kirilenko en posiciones de 2 y 3, Vorontsévich y Kaun como 4 y 5, iban claramente a por los desajustes defensivos en la pintura. Weems, Kirilenko y Kaun anotaban en la pintura dando una ventaja a su equipo desde el comienzo del duelo. Aunque el Olympiacos tenía algunas buenas jugadas defensivas su mayor problema era que no podía rebotear. El equipo ruso tenía segundas oportunidades presionando la defensa de los helenos.
Por otro lado, el Olympiacos tenía una táctica defensiva clara. Príntezis, Príntezis y otra vez Príntezis. En todas las jugadas los rojiblancos apostaban por su talento en el poste y de él dependían las jugadas ofensivas. Primero buscaba una ejecución directa si fue marcado con una cobertura única, o trataba de pasar la pelota cuando llegaban ayudas. Hacía pases buenos al perímetro, pases adicionales que resultaban en tiros abiertos. Por otra parte, si había jugadas de dos contra uno desde el lado del pívot intentaba pasar la bola en el interior a Hunter que anotó algunas canastas sobre todo en la primera mitad.
También en defensa el equipo ruso se aprovechó de su tamaño de dos maneras. Ponía trampas y jugaba dos contra una en la media cancha, sobre todo cuando el Olympiacos jugaba con Lojeski en la posición de alero con el fin de hacer más complejo el movimiento del balón forzando pérdidas de balón. Además eran extremadamente eficaces en la defensa de uno contra uno con Kirilenko ser grande tanto en la defensa individual, como en estrechar la defensa
Los mejores periodos del Olympiacos en ataque fueron cuando tenían dos creadores en la zona de defensa y con Lojeski en la posición de alero. Ese esquema aunque creaba problemas en defensa, donde el Olympiacos tenía mejores rotaciones con Darden y Papapetrou en la posición de alero. Los de el Pireo tenían la mala suerte de tener a ambos en una mala noche ofensiva fallando algunos tiros abiertos desde el perímetro.
Si sumamos los trece rebotes ofensivos más y las siete pérdidas de balón menos, podemos concluir que el equipo ruso tenía casi veinte posesiones más, algo que puso fatiga extra en la defensa del Olympiacos. A pesar de sus veinte posesiones extra el CSKA no se movía bien el balón, tratando de atacar muchas veces en jugadas de aclarado tras botar. No encontraba tiros abiertos tras el movimiento de balón, pero la mayoría de ellos fueron tras el rebote ofensivo con la defensa del Olympiacos en desequilibrio.
El número de asistencias demuestra este hecho con el Olympiacos con una asistencia más (16-15) a pesar del número de posesiones y la ausencia de Spanoulis que es el creador principal de su equipo. En la segunda mitad, el Olympiacos no tenía espacios para jugar al bloqueo y continuación tirando en su mayoría después de cambios con Sloukas y Lojeski ejecutando bien en jugadas ofensivas con el tiro siendo su única opción.
En conclusión, podemos decir que el CSKA ganó este partido debido a su tamaño, que jugó un papel decisivo tanto en la defensa, como en la creación de desajustes y el rebote. El Olympiacos jugó bien, se defendía con eficacia sobre todo después de los primeros 8-9 minutos, pero su incapacidad para controlar el rebote lo dejó en situación desventajosa.