Por Antonis Stroggylakis / info@eurohoops.net
Han pasado casi 13 años desde que la selección estadounidense perdió un partido oficial.
El 1 de septiembre de 2006, Grecia venció a Estados Unidos por 101 a 95 en la semifinal del Mundial. Aquella debalce para el entonces favorito del torneo le sirvió como una lección que condujo a récords impecables y medallas de oro en el Mundial y los Juegos Olímpicos que siguieron.
El equipo de los Estados Unidos había sido considerado invencible sin siquiera pisar la cancha. Aunque no este año.
Por primera vez en 13 años, Estados Unidos parece vulnerable. Las numerosas ausencias (entre ellas, las de Anthony Davis, James Harden, Damian Lillard y CJ McCollum) le han robado a EE. UU. algunas de sus cualidades inigualables. Y hay un par de equipos que están listos para aprovecharlo y potencialmente derrotar a los norteamericanos en un partido eliminatorio.