Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
Casi 30 años después de los Juegos Olímpicos de Barcelona, que convirtieron de trampolín para el ‘boom’ mundial del baloncesto, el sentimiento es que nuestro deporte está mejor representado en el Mundial.
La presencia de las mejores selecciones y el cambio de formato también se hizo hace dos años, durante el Mundial de China de 2019, lo convirtieron en el evento más grande hasta ahora en la historia de FIBA.
El problema es mucho más evidente dos años después. La inclusión del baloncesto 3×3 puede considerarse una innovación, pero si bien este formato del deporte es muy popular entre los jugadores amateurs, no se puede decir lo mismo en cuanto a expectación y aficionados.
En pocas palabras, que sólo 12 selecciones disputen un torneo mundial de baloncesto es un número demasiado pequeño. E incluso si consideramos el Preolímpico como parte del torneo olímpico, el hecho de que este año las eliminatorias coincidieran con los playoffs de la NBA, hizo que fuera un tanto decepcionante.
Este año, para ganar la medalla de oro, tienes que ganar seis partido. Eso es todo. Y se acaba el torneo. Siendo más precisos, es posible que puedas permitirte incluso una derrota en la primera ronda.
La FIBA ha pedido muchas veces en el pasado una expansión del torneo olímpico, pero el COI no está dispuesto a aceptar esta solicitud. La razón es simple: el baloncesto ya es uno de los deportes más populares de los Juegos Olímpicos y sumar más selecciones y más estrellas al torneo eclipsaría aún más al resto.
No es casualidad que los nueve abanderados de la ceremonia inaugural fueran jugadores de baloncesto, un honor que no se concede fácilmente a los deportistas de deportes colectivos.
Lo único en lo que actualmente superan los Juegos Olímpicos a los Mundiales es la propia consideración de los jugadores. La mayoría de ellos, especialmente cuando se habla de Estados Unidos, están mucho más dispuestos a jugar en los Juegos que en los Mundiales. Curiosamente, totalmente opuesto a lo que ocurre en el fútbol.
Y esa es una percepción que Fla IBA debe cambiar para que el baloncesto sea aún más grande en todos los aspectos.